Los agentes imperiales

El calvario

En el siguiente texto voy a describir, de forma quijotesca, un calvario. Pero, no es este un calvario como el que tuvo que sufrir Jesus en la cruz por liarse a latigazos con los banqueros sino que, más bien, describiré el calvario que están pasando muchos andaluces honestos y honrados que decidieron ir contra el sistema y tomaron el difícil camino de querer trabajar, confiando en que el fruto de su trabajo sería reconocido por su gobierno y la sociedad.

Estos autónomos y negocios familiares, más quijotescos que yo, se negaron a vivir cobrando ayudas y subvenciones, como hace la mayoría, y por esto, por querer producir y trabajar, estan sufriendo, de forma deliberada o no, un castigo severo por parte de las autoridades.

Además de sufrir las consecuencias de intentar ganarse la vida de forma independiente y con dignidad, estos autónomos y negocios familiares se han convertido en la gallina de los huevos de oro y su trabajo está siendo usado para alimentar a "los pancistas", a los cobradores profesionales de "ayudas sociales", a la legión de políticos gobernantes y a la "parva" de burócratas, todos los cuales viven a costa de su sudor y del esfuerzo de los pocos negocios que se mantienen en pie.

Una prueba de que lo que afirmo está en el calvario que están viviendo los "quijotes" andaluces que decicieron dedicarse a la agricultura orgánica, sana y sustentable y rechazaron las subvenciones de la Unión Europea, como veremos a continuación.

Por las barras de los bares corre el secreto a voces de que muchos propietarios de tierras, para cobrar subvenciones, están deforestando grandes extensiones de bosques en zonas que antes no se cultivaban porque no eran buenas para producir.

El proceso es sencillo: Se agarra la subvención, se destruye el monte, se siembra lo que haya que sembrar y después, en algunos casos, la cosecha es pobre debido a la baja calidad de las tierras o incluso, ni se recoge. ¿Para qué recoger frutos si las subvenciones te pagan por deforestar los bosques y echar venenos sin exigirte que cumplas con la producción?

¿Piensas que estoy loco o estoy exagerando? No me creas, date una vuelta por Andalucía, investiga y saca tus propias conclusiones.

La Nada

Lo que se está haciendo en Andalucía, ya sea por negligencia o intencionalmente, es la subvención de la destrucción del campo andaluz con dinero público , destrucción que está provocando, por la falta de árboles, una sequía terrible y por el abuso de los venenos y la deforestación, la destrucción de la flora y la fauna, que hasta hace muy poco era una de las más ricas de Europa.

La Europa de La Nada 
Hace tres años en un artículo llamado La Nada tuve la idea quijotesca de informar a las personas que el futuro se veía negro para una parte importante de los bosques y montes andaluces. Mi idea era lograr que no fueran destruidos. ¡Debo estar loco por haber creído que este blog serviría para algo! 

La ley sobre la que avisaba en La Nada era la tristemente conocida hoy como la Ley de Montes, una polémica medida que, cómo avisé antes de que se aprobara, ha provocado una catástrofe ecológica en España.

Al final, La Nada no sirvió "para nada", me llamaron loco, se rieron de mí, y en la práctica sólo tres años después ya todo lo que escribí se ha cumplido y muchas cosas de las que anuncié se han hecho realidad: Muchos bosques de Andalucía y de España han ardido o han sido arrasados.

Al envenenamiento de la tierra y a la destrucción subvencionada de los bosques, que en mi opinión la deberíamos llamar ""ecocidio", en la España de la Unión Europea la llaman "políticas de desarrollo" y "políticas europeas". Destruir la tierra es, según ellos, un "avance". 

Y la culpa de esta destrucción no es, por supuesto de la Unión Europea ni de sus políticas, la culpa es de un tal llamado "Cambio Climático", un enemigo perfecto, porque no se le puede combatir, ni se le puede meter en la cárcel.

Si crees que estoy exagerando o mintiendo sobre la destrucción de Andalucía, te invito a tomar el autobús de Los Amarillos que va de Sevilla a Ubrique y contempla tu mismo los extensos llanos, recientemente deforestados del desierto andaluz.

Como excusa para justificar las sequías y las inundaciones que provoca la brutal deforestación a la que están sometiendo a la tierra, los políticos y las multinacionales están aprovechando las teorías "científicas" del Calentamiento Global, si hace calor y sequía, o del Cambio Climático si viene una ola de frío o llueve demasiado. 

Por supuesto que el "Calentamiento Global" o el "Cambio Climático" son unos cabezas de turco perfectos, porque nadie los conoce, no se les puede juzgar ni se pueden defender, y cómo es imposible encontrarlos para acusarlos, pues mientras las políticas nefastas y las multinacionales siguen destruyendo el medio ambiente a su antojo.

Los agentes

Pero el plan de destruir los bosques del sur de España, quién sabe si de forma premeditada o simplemente como consecuencia de la ignorancia o la ambición de los políticos que gobiernan Europa y las multinacionales que los controlan, no podría llevarse a cabo sin la colaboración interesada de unos personajes que, muchos de ellos sin darse ni cuenta, se han convertido en el brazo ejecutor del daño generalizado que se realiza, sin descanso, por tierra, por mar y por aire.

Según el diccionario, un imperio es "En el ámbito de las relaciones internacionales, una potencia hegemónica y su zona de influencia." o una "Hegemonía en cualquier ámbito". Y como ahora la hegemonía la tienen las cúpulas de la Unión Europea y España se encuentra en su zona de influencia, a los inspectores, veterinarios, ingenieros, y demás burócratas que se encargan de imponer las leyes y normas del imperio los llamaré "cariñosamente": los "agentes imperiales".

La opresión

¿Y porqué llamar a estas personas, muchas de ellas decentes y con familias que alimentar, los "agentes imperiales"? La respuesta está en unas palabras que escribió hace casi dos mil años un campesino romano a su emperador que decían: "Estamos atrozmente oprimidos, explotados por aquellos cuyo deber es proteger al pueblo. Funcionarios, soldados, magistrados de la ciudad y agentes imperiales vienen a nuestro pueblo, nos apartan de nuestro trabajo y requisan nuestros bueyes. Reclaman lo que no debemos y sufrimos injusticias y extorsiones ultrajantes."

Con algunos testimonios de mis amigos, vecinos y familiares, vamos a comprobar que, a diferencia de lo que nos hacen creer los medios de comunicación, las instituciones oficiales y los libros de historia, no hay mucha diferencia entre el sufrido campesino romano que escribió estas palabras y cualquier andaluz que se atreva hoy a intentar ganarse la vida, con el fruto de su trabajo, en la España de la Unión Europea.

Las alergias

El primer caso que voy a compartir es el de una persona muy cercana que tuvo la idea quijotesca de abrir un puesto para vender infusiones y pasteles en el pequeño mercado de abastos que hay en mi pueblo los sábados por la mañana.

En vista de la gran cantidad de enfermedades y alergias que están sufriendo en el pueblo, que son escalofriantes, esta persona decidió que era el momento de abrir un negocio con comida sana fabricada con productos locales de los vecinos del pueblo que no envenenan su comida usando agroquímicos y cultivan de forma natural sus huertos.

El pequeño mercado de mi pueblo es uno de los pocos que han resistido la destrucción sistemática de la economía local que han provocado las políticas europeas, con la complicidad de las autoridades españolas, para beneficio de las multinacionales.

Una destrucción que, en vista de sus consecuencias, pareciera haber sido realizada para arrasar con las economías familiares y obligar, de paso, a la gente a consumir a la fuerza en los grandes supermercados y las tiendas de las grandes multinacionales.

El cierre de los mercados locales de los pueblos, además de provocar que muchas familias se quedaran sin sustento, obligó a la gente a comprar productos de baja calidad, envasados con gran cantidad de químicos, cultivados con los peligrosos herbicidas, congelados durante meses en cámaras llenas de gases tóxicos y hechos con productos transgénicos. La consecuencia de este cambio en la dieta ha hecho que, al ser mucho más difícil comer productos sanos y naturales libres de químicos, los casos de enfermedad hayan crecido de forma espeluznante y que las colas, que antes se hacían en mi pueblo para entrar a la verbena por la feria, ahora se hagan para comprar medicamentos en las farmacias.

Por supuesto que no quiero que el lector piense que estoy afirmando que la gran plaga de enfermedades y muertes que estamos contemplando tiene algo que ver con la pobre calidad de las comidas procesadas que se venden en los grandes supermercados. Que la comida procesada haya sido fumigada con productos altamente tóxicos, que haya estado congelada durante meses en cámaras llenas de gases nocivos o que hayan sido fabricadas con transgénicos: ¿Cómo podría tener relación con la gran cantidad de enfermedades que está sufriendo la gente?¿Cómo podría estar relacionada la epidemia de enfermedades que sufre la gente con la alimentación?¡No seamos quijotescos!

Estaría yo "loco" si me atreviera a afirmar que la mala alimentación podría tener algo que ver con las alergias "misteriosas" que sufre medio mundo. Porque, hay que recordar que hoy, gracias a los "avances" de la ciencia ya nadie está enfermo y se "erradicó" la enfermedad. ¡Gracias a la medicina moderna ya la gente no está enferma y ahora es alérgica!Por esto, según las nuevas tendencias de la moda médica, ya los hospitales no están llenos de enfermos sino que están llenos de alérgicos!

Para la ciencia y la medicina, que como sabemos, nunca se equivoca, la culpa de que haya tanta gente enferma para nada tiene que ver con la contaminación de los coches y las industrias, ni con una dieta atiborrada de azúcar, de químicos y transgénicos, a las tropecientas vacunas que le ponen a los niños o a las nubes blancas que dejan los aviones en el cielo que, según dicen en Wikipedia, solo son "vapor de agua".¿Que tanta enfermedad podría estar provocada por lo anteriormente referido?

¿Como podría ser yo quijotesco para atreverme a cuestionar a los "estudios científicos", que afirman que ¡ la medicina ya ha erradicado la enfermedad y la culpa de tanta enfermedad es de los mismos enfermos porque "son alérgicos" y tienen un problema "genético"?

Si ya lo dicen los médicos, en el mundo hoy ya no hay enfermos, que hoy todos están muy sanos ¡pero son alérgicos!

El imperio

Pero, no nos perdamos y regresemos al tema del "imperio" y de los "agentes imperiales".

Abrir un pequeño puesto de dos metros cuadrados para vender unos cuantos pasteles los sábados por la mañana en un mercado de un pueblo podría parecerle al lector algo muy sencillo, sin embargo, en la España de la Unión Europea, cualquier intento de ganarse la vida con dignidad es, practicamente, una misión imposible.

Y es que, en la Andalucía de la Unión Europea, si cometes el grave pecado de querer, por ejemplo, vender comida sana, hecha a mano, con productos locales de tu pueblo y con un ambiente agradable. Lo llevas claro, como se suele decir.

En adelante, para no traicionar a lo que indica el diccionario, a la legión de inspectores, veterinarios, perítos, ingenieros, licenciados, doctores, etc que se ven obligados, para no perder sus empleos, a imponerle a los vecinos las órdenes del "imperio", los llamaremos "agentes imperiales" y a la Unión Europea, que es el organismo que ejerce el poder hegemónico sobre España, la llamaré "el imperio".

La sanidad

Sin más aclaraciones, empecemos viendo lo que le exigieron las autoridades a estas persona de mi pueblo para poder abrir el pequeño puesto y vender en el mercado de mi pueblo unos cuantos pasteles y unas cuantas teteras los sábados por la mañana.

Para empezar, a nuestro vecino le exigían el permiso de apertura, que cuesta 400 euros. ¡Por lo que, aun antes de abrir, esta persona ya estaría obligada a vender más de 400 tes a un euro para recuperar la inversión!

Después, para "acondicionar" el trocito de tienda con las normas de sanidad exigidas por "el imperio", a esta persona le exigen que venga un arquitecto o un perito que hará un proyecto que costará como mínimo 400 euros "dejándolo muy baratíto". ¡Otros 400 euros! ¡Ya van 800 tes y todavía el negocio ni siquiera ha abierto!

Además, para cumplir con las normas de "sanidad", los "agentes imperiales" piden ¡que se haga una obra para separar la cocina de la parte donde se atenderá a los clientes!

Poner una pared en un puestecito de muy pocos metros cuadrados, en el que das cuatro pasos y te chocas contra la pared puede parecerle al lector una tontería. Pero nada es una tontería para las normas de "sanidad" de la Unión Europea de la austeridad. ¡800 euros más!¡Ya llevamos 1600¡¡Y todavía esta persona ni ha abierto el puesto!

El precio


El lector estaría equivocado si cree que "engordar" a los gobiernos locales, provinciales, mancomunales, autonómicos, nacionales y a la recientemente fundada y costosísisma Unión Europea, sale barato. Tanto político cuesta muchísimo dinero y alguien tiene que pagarlo. ¿Y se imagina usted quién lo pagará? Pues si tiene usted un espejo cerca, miresé en él y encontrará la respuesta a mi pregunta.

Una fabricante de quesos artesanales me explicó hace unos años la situación que se está viviendo en la Andalucía de la Unión Europea con estas palabras: "Demasiada gente comiendo de nosotros. Demasiados burócratas viviendo del fruto de nuestro trabajo. Demasiados políticos que tenemos que alimentar con nuestro propio sudor."

Los interesistas

Pero no nos distraigamos y sigamos con la aventura quijotesca de intentar vender unos pasteles y unas teteras un sábado por la mañana en un mercado local de Andalucía.

Si hay mala suerte y el perito encuentra, "con su buen ojo", que la construcción incumple las normas de "seguridad" y "sanidad", y no se aprueba el proyecto, la persona tiene que hacer un proyecto diferente que le costará otros ¡400 o 500 euros!

Como gracias a Dios nuestro amigo no debería repetir el proyecto, a los 1600 euros acumulados tiene que sumarle el registro sanitario que cuesta 100 euros. ¡Con lo que ya van 1700 euros y todavía sin abrir las puertas!¡Esto le supondría meses trabajando para poder pagar los gastos de apertura sin ganar nada!

Llegados a este punto, el lector se preguntará: ¿Quién podría estar interesado en diseñar un sistema económico como este, que arruina a las pequeñas familias y les hace imposible crear un negocio familiar?

No hace falta darle muchas vueltas para comprender que los grandes beneficiados de estas políticas son, por un lado, las grandes empresas y las multinacionales, que podríamos llamar "los interesistas", y por el otro los políticos, esa clase que va desde los costosísimos eurodiputados hasta los burócratas, inspectores, veterinarios, cobradores, ingenieros, abogados, etc que, sin producir nada, viven a costa de los pocos negocios que sobreviven.

En este juego, los que más ganan son los interesistas y sus multinacionales que disfrutan tranquilamente mientras el gobierno les hace el trabajo sucio y les cierra a los negocios pequeños.

Por favor, no crea que lo que estoy afirmando es la verdad, mejor investigue y vea si es cierto o no lo que digo. Ejerza su libertad de información: Averigue.

Gastos varios

Sigamos con la misión imposible de abrir un puestecito en un mercado local europeo para vender unos cuantos pasteles elaborados con productos locales de los vecinos mi pueblo.

Además de los 1700 euros mencionados arriba, el alquiler del local cuesta 70 euros y, como hay que pagar la luz, que en España cuesta un mínimo aproximado de 30 euros aunque no la uses. ¡Tenemos que el primer mes habría que pagar 100 euros más!¡Y ya van 1800 euros!

Pero, por si fuera poco, el gobierno, para garantizar la "seguridad" de nuestro amigo, lo obliga a pagar un seguro autónomo que le cuesta 300 euros incluyendo los gastos mensuales de gestoría. ¡2100 euros para abrir un puestecito de pasteles los sábados por la mañana en el mercado local de mi pueblo!¡Y todavía hay gente se extraña de que muchos países quieran salirse de la Unión Europea!

Llegados a este punto, para no aburrir al lector con tantas matemáticas, hay que explicar que, a los anteriores habría que añadir los gastos de material, gastos de producción, averías, reparaciones, muebles, agua, recogida de basura y multas de los inspectores de sanidad.

Vamos a evitar hacer estas cuentas porque si lo hiciéramos: ¡nos dolerían los dedos de la mano de tanto usar la calculadora!

La cruda realidad es que, sin contar la lista anterior, este andaluz, para poder vender unos cuantos pasteles el sábado por la mañana tendría que pagar, el primer mes, sólo por obligaciones fiscales, y sin contar la inversion privada ¡2100 euros (43,127.70 pesos mexicanos. ¡Y los economistas, que son los que tienen más cara dura, se atreven a llamar a esto: libertad económica, mercado común europeo y zona de libre comercio!¡Y lo escriben y se quedan tan tranquilos!

La propuesta

Buscando asesoramiendo para abrir esta pequeña pastelería, la persona llama a la gestoría y le explica que no se quiere rendir y quiere encontrar otra forma de vender en el mercado alimentos sanos producidos con productos de la gente de su pueblo y acompañados de infusiones de la tierra como manzanillas, menta poleo, unciana, tomillo o neota, entre otros.

Para cuidar la salud su pueblo, esta persona quiere que sus ingredientes serían comprados a huertos que se comprometieran a no usar venenos y en lugar de ser fabricados con azúcar, sus productos serían endulzados con las mieles de abeja de la Sierra de Cádiz, que son de las mejores de Europa.

Además de evitar el azúcar y los alimentos con conservantes o químicos, que tan perjudiciales son para la salud, su pastelería tendría el aliciente de que al comprarle todo a los vecinos del pueblo ayudaría a una economía local empobrecida y castigada. ¿Podríamos imaginar una propuesta mejor que la de consumir productos locales de los vecinos del pueblo y cuidar la salud de la gente proporcionándoles alimentos sanos, con la intención de mejorar la calidad de vida de toda la comunidad?

Nuestro vecino le explica a la señora de la gestoría su plan para "salvar al pueblo" y, de paso, intentar "salvar al mundo", y la mujer, con gesto de incredulidad le dice: "Mira, no te compliques la vida, lo que quieres hacer es casi imposible y si lo logras te traería muchísimos problemas. Déjate de productos orgánicos ni de alimentos de la tierra. Pon un puesto de pan congelado (de China), así sólo pagarás la apertura, estarás abierto en dos semanas y no tendrás ningún problema con las inspecciones. O si no, pon un comercio (vender lo que viene de China y de las multinacionales) y tampoco te molestarán para nada". ¿Conclusión? En la España de la Unión Europea se persigue a los que intentan vender alimentos locales para apoyár a sus comunidades y a los que ofrecen productos de las multinacionales los "dejan tranquilos" y los protegen.

Después de ver que abrir su pastelería le costaría una fortuna, esta persona me explica que lo que se está viviendo hoy es"una imposición de la esclavitud por decreto: Le compras a las multinacionales congelados y transgénicos, te regalamos el permiso. Intenta poner un negocio local con productos de tu comunidad, y te haremos la vida imposible."

La historia

Pero volvamos de nuevo a las palabras que le escribió el campesino romano al emperador hace dos mil años: "Estamos atrozmente oprimidos, explotados por aquellos cuyo deber es proteger al pueblo. Funcionarios, soldados, magistrados de la ciudad y agentes imperiales vienen a nuestro pueblo, nos apartan de nuestro trabajo y requisan nuestros bueyes. Reclaman lo que no debemos y sufrimos injusticias y extorsiones ultrajantes."

En las siguientes lineas veremos como las políticas de la España de la Unión Europea están logrando que la historia se repita y la carta anterior podría ser reenviada hoy mismo a Bruselas y sólo necesitaríamos cambiarle el destinatario y la fecha.

Unos amigos de una pequeña industria de alimentos familiar me cuentan que para transportar su comida son obligados a usar una furgoneta frigorífica con una temperatura determinada, tienen que envasarlo todo como se les indica, deben usar guantes y batas, y se les exige que las cosas nunca entren en contacto con el suelo.

Y entonces, como si se tratara de una broma de mal gusto, llega un "agente imperial", en este caso un veterinario, y les hace la revisión sin guantes, sin bata, sin ninguna protección, y se lleva la comida en una nevera vieja con unas bolsas de plástico para enfríar ¡como las que llevan a la playa los domingueros!

Y así, con una nevera vieja llena de bolsas de plástico para enfríar, el "agente imperial" se lleva los alimentos para hacerle las pruebas y ver si están en "perfectas condiciones".

Encima, me comentan que: "Si tienes mala suerte y te toman la muestra por la mañana temprano, tu producto pasa horas metido en la nevera vieja, en el maletero del coche, haga el tiempo que haga, hasta que el veterinario inspecciona a los demás clientes y envía las pruebas a Málaga, a la central, donde las analizan y te ponen una multa."

¿Todo esto que escribo te parece ciencia ficción? Pues no amigo lector, no es ciencia ficción. ¡Son las políticas de la "Unión"!

Todo bien

En 2016 España batió records con 27.357 empresas cerradas y, aunque parezca una broma, un diario español publicaba en enero de este mismo año un titular que decía "España va bien, según los autónomos." ¿España va bien?¿Donde habré escuchado antes esa frase? ¿No es extraño que, en un país que se bate el record de cierres de empresas, se diga que todo va bien?

Pues el tema deja de ser extraño si uno recuerda que este mismo diario publicaba en 2008 una entrevista titulada"Es un tema opinable si hay crisis o no hay crisis". Lo cual nos lleva a pensar: ¿Si fueron capaces de dudar de la existencia de la crisis más grande de la historia reciente de España? ¿Es extraño que ahora no reconozcan lo grave que es la situación y digan que en los pequeños negocios todo va bien?

Sólo en el mes y medio que estuve en Andalucía este año fui testigo del cierre de varios locales pequeños e industrias familiares y casi todos los empresarios familiares con los que conversé me dijeron que no aguantaban más y estaban a punto de cerrar. ¡Seguro que esos miles de autónomos que cerraron, están cerrando o están a punto a cerrar, no son tan optimistas como nuestro diario y la asociación que "los defiende"!

Los huevos

Unos amigos, que están a punto de "cerrar el chiringuito", me cuentan otra anécdota en la que llega a su tienda un "agente imperial", en este caso un veterinario, toma unos huevos que están en una cesta y les pide que le enseñen el sello.

Como los huevos tienen sello, entonces, el "agente imperial", buscando algo más que "inspeccionar", les pide la etiqueta de la caja de los huevos y le enseñan la factura que justifica la compra de sus huevos a un mayorista.

El motivo por el que no tienen la etiqueta de los cartones es porque el distribuidor trae los huevos en cajas grandes de unos 50 cartones. Si tu puedes pedir los 50 cartones, la caja entera que tiene la etiqueta, el distribuidor te da etiqueta, pero si compras menos huevos sólo te dan los cartones con los huevos sellados.

El "agente imperial" insiste entonces en que quiere ver la etiqueta y como no hay etiqueta les ordena que los tiren a la basura para que no los vayan a tomar de nuevo para venderlos, se los vayan a comer o, aun peor, ¿¡intenten dárselos a algún vecino desempleado de los que no tiene para comer!?

En algunas ocasiones, después de que la personas han tirado los alimentos al cubo de la basura por ser considerados "perjudiciales", el "agente imperial" les rompe huevos encima ¡para que no los vuelvan a coger! ¡Y todo esto se hace en un país en el que hay niños pasando hambre!

¡Bienvenidos a la Unión Europea que nunca sale en los periódicos!

La persecución

Sin embargo, mis amigos son afortunados porque sus huevos eran de una granja mayorista y llevaban sello. Porque si los huevos hubieran sido orgánicos de algún vecino del pueblo, de pollos sanos de campo criados sin piensos procesados y sin químicos, sin antibióticos y sin hormonas, no solamente les habrían obligado a tirar los huevos a la basura y a romperlos, sino que les habrían puesto una multa de 9000 euros. ¡Ya que vender cualquier producto de la comunidad local, como huevos naturales del campo de tu vecino, está super perseguido!

La obligación

Es debido a estas normas que muchas tiendas, aun sabiendo que la comida procesada que están vendiendo es terrible para la salud, se están viendo obligados a vender productos tratados con agroquímicos, antibióticos, hormonas, o Dios sabe que más, porque sólo vendiendo este tipo de comida "te dejan tranquilo" y "no te metes en problemas."

¡Pero no se preocupe el lector, que no se trata de un plan de los gobiernos y las multinacionales para controlar el mercado, destruir a los pequeños productores locales y forzar a la gente a enfermarse comiendo comida procesada!¡Que estas medidas "sanitarias" están diseñadas por el bien de la comunidad y para cuidar la salud de la gente! Y es por eso que, gracias a estas maravillosas medidas "sanitarias"de la Unión Europea, los ciudadanos están tan "sanos" ultimamente, que para celebrarlo ¡hacen colas para comprar medicinas en las farmacias!

La vaca

Hasta hace muy poco, en mi casa bebíamos leche natural y ecológica de la vaca de un vecino. El animal, libre aún de las "medidas sanitarias" europeas, vivía en el campo libre, no se le inyectaban los nefastos antibióticos, se le alimentaba principalmente con hierba y bebía agua pura de un pozo. Su leche era ordeñada a mano y la entregaban recién sacada en un envase retornable.

Era así como, yo, que no tomo leche procesada, podía darme el gusto de saborear la verdadera leche, que al no estar pasteurizada conservaba sus propiedades alimenticias y al venir de una vaca sana me garantizaba no tener que sufrir en mi cuerpo el efecto de los antibióticos, los químicos, y Dios sabe que más, que le inyectan a las vacas en las fábricas.

Comprarle a nuestro vecino, además de sano, era ecológico y sustentable porque la entrega se hacía en un envase retornable que evitaba que produjeramos basura.

Sin embargo, el privilegio de tomar leche fresca, sana y natural, no duró mucho, y nuestra vaca, la que nos daba la leche, se convirtió en muy poco tiempo en otra de las víctimas de las políticas "sanitarias" de la España de la Unión Europea.

La persecución

A diferencia de los agentes imperiales romanos que usaban la fuerza bruta para despojar a las víctimas de sus riquezas y sus propiedades. Hoy, como somos más "modernos", la colonización imperial se hace por el "bien" del consumidor y "de acuerdo con la ley". Y para comprobarlo, sigamos adelante.

Los "agentes imperiales", para "proteger a los consumidores" del peligro que suponen los productos orgánicos, sanos y naturales, como la leche de la vaca de mi vecino, comenzaron a visitar a los pequeños productores que vendían leche de su vaca, queso de sus cabras o huevos de sus gallinas y, según me cuentan, ayudados por drones, los "agentes imperiales" comenzaron a sobrevolar los campos tomando fotos en busca de cualquier animal que pudiera dar un cubo de leche o poner un par de huevos.

El objetivo de esta persecución, perdón, ¿dije persecución? En qué estaría yo pensando. El objetivo de este "operativo de salud pública" era revisar las "peligrosas" granjas familiares como la de nuestro vecino de la vaca, para exigirles impuestos por todo lo que se moviera, hacerles pagar innumerables análisis que pagarían ellos mismos y, en caso necesario, ponerles multas a diestro y siniestro.

Cuando comenzó este operativo de "salud pública", nuestro vecino empezó a traer la leche de su vaca a escondidas, como si fuera un delincuente, y siempre con el miedo a ser descubierto por los "agentes imperiales".

No deja de ser destacable que, en la Unión Europea de la "libertad" económica y del "mercado común", se persigue a un campesino por vender un litro de leche de su vaca mientras que se permite que los grandes supermercados le vendan a los niños productos procesados atiborrados de químicos, muchos de ellos muy perjudiciales para la salud.

No puedo olvidar el día en el que me enteré de que los "agentes imperiales", veterinarios, inspectores, etc estaban "persiguiendo" a nuestro vecino de la vaca en nombre de la "salud de los consumidores". En ese momento imaginé al jefe de estos "agentes imperiales", en su oficina, dando la orden a todos sus subordinados: ¡Atención agentes!¡A por el viejo de la vaca!

Bromas aparte, nuestro vecino, sabiendo que los inspectores andaban cada vez más cerca y habían multado a otros viejos como él, hizo las cuentas y como no tenía dinero ni siquiera para pagar la multa, decidió evitar problemas con la "justicia" y nos comunicó la triste noticia de que había decidido sacrificar a su vaca.

Los europedos

Cuando apareció la propuesta de la Unión Europea pasé mucho tiempo alertando, de forma quijotesca, que algo "olía" mal en el nombre "europeo".

Y es que en Andalucía, al "pedo" se le dice "peo". Y claro, viendo la etimología, no había que ser muy inteligente para darse cuenta de que meterse en Europa y ser "europedos", acabaria "oliendo" mal, y, como dicen en Venezuela: ¡Entrar en la Unión Europea sería meterse en un tremendo peo¡

¿Pero, porqué hablar de algo tan vulgar como los pedos en mi artículo? Te estarás preguntando. ¿Que tienen que ver los pedos con los "agentes imperiales"?¿Y que tienen que ver los "europedos" con la vaca de mi vecino?

La respuesta se encuentra en un estudio publicado hace unos años por la ONU que explicaba que el calentamiento global estaba siendo provocado, entre otras cosas, por los pedos de las vacas. Y por eso los "agentes imperiales" perseguían al vecino de mi pueblo, porque la culpa del desastre mundial que estamos viviendo no lo tenían los políticos ni de las multinacionales. ¡La culpa era de mi vecino y de su vaca!

La culpa

Habría que preguntarle al científico que salvó al mundo de los pedos de la vaca de mi vecino, la cual fue sacrificada y dio su vida para "salvar al mundo", si no tendrían la culpa del Calentamiento Global los más de mil de millones de coches que cada día arrojan incalculables cantidades de contaminantes al aire, forzando a explotar unos pozos petroleros que destruyen los ecosistemas, arrojan ingentes cantidades de lluvia ácida a la atmósfera contaminando la tierra, el aire, los rios y mares. Y si no tendrían la culpa del calentamiento global las miles de bombas que la ONU, que le pagó por hacer el estudio, tira por medio mundo en sus "misiones de paz". Y si no tienen la culpa del calentamiento global las industrias mineras que destruyen selvas enteras en unas pocas semanas envenenando tierras, ríos y mares con cianuro y otros venenos. Y si no tendrán la culpa las compañías de semillas y agroquímicos que promoviendo los monocultivos provocan la deforestación de los bosques y la contaminación la tierra con millones de toneladas de agroquímicos. ¿Y los fabricantes de plásticos, la mayoría innecesarios, que están cubriendo el planeta y llenando los mares de basura?¿Esos no tienen la culpa tampoco?

Pues claro que no, hombre, que ya lo dicen los estudios "científicos": ¡Que la culpa del Cambio Climático y el Calentamiento Global la tienen los pedos de la vaca, que en paz descanse, de mi vecino!

Las almas

Este año atendí una misa de difuntos realizada para orar por el alma de un amigo del colegio que murió a principios de este año.

La última vez que encontré a este amigo estaba intentando vender una docena de huevos de su campo en una calle del pueblo, bastante preocupado porque no lo descubrieran los "agentes imperiales".

Hace muy pocos años España era la envidia del mundo por la salud de sus habitantes, su alegría y su longevidad. Mi abuelo, por ejemplo, vivió más de cien años haciendo el mismo los impuestos.

Sin embargo hoy, en un país en el que vender huevos de tu campo es un "peligro" para la salud pública y un atentado contra la "seguridad" de los consumidores: ¡Hay colas en las farmacias, los hospitales están colapsados y hasta los niños nacen enfermos!

Y mientras vender los productos de tu huerta es ilegal y está "super perseguido", las grandes superficies pueden vender productos procesados de multinacionales que van atiborrados de químicos, transgénicos o han pasado meses congelados con gases nocivos. ¡Y no pasa nada!

Aquel día, al ver a mi amigo del colegio, que en paz descanse, escondiéndose para vender una docena de huevos de su campo, me surgió una inquietud: Si los productos procesados de supermercado son "más seguros" que los tradicionales productos de las huertas: ¿Porqué España ha pasado de ser uno de los países más sanos de Europa a convertirse en el segundo país con más obesos de Europa?¿Tendrá algo que ver el cambio en la dieta con este aumento alarmante de la enfermedad?

Y así, mientras observaba al cura dándole el último adiós a mi amigo, yo pensaba en cómo, mientras el banco central español afirmaba hace poco que 26.300 millones de euros de los que se usaron para "rescatar" a algunos bancos durante la crisis de 2008 "no se recuperarán nunca", los "agentes imperiales" perseguían a mi amigo, que en paz descanse, por querer vender una docena de huevos!

Si, querido lector, ese es el punto en el que nos encontramos: ¡26.300 millones "extraviados" por los banqueros y las autoridades mientras persiguiendo a mi amigo por intentar vender una docena de huevos de su campo como si fuera un delincuente!

La inquisición

Una de las personas con la que hablé definió a estos "agentes imperiales" como una "pulcra insiquición" y, para que comprendiera mejor su idea, me envió un texto llamado "Las andanzas de un inspector de sanidad en tu negocio" que voy a reproducir a continuación haciendo algunos cambios meramente estéticos.

Según este amigo, los métodos de esta "pulcra inquisición", que actúa amparada por la ley y "en el marco de la legalidad". Pueden ser descritos en tres pequeños pasos: "El gancho", "La Consecuencia" y "La trampa". Veamos de qué trata el asunto:

Un señor de una tienda de alimentos:

El gancho: Primero lo visitan y le miran las temperaturas de las vitrinas, resulta que la carne picada de sus precocinados ha subido a tres grados y debería estar en dos. El señor llama al técnico y recarga la vitrina de gas para que enfríe más.

La trampa: Por recargar el gas, han creado un impuesto nuevo, así que además del gas y la mano de obra, pagas por 3.5Kg de gas ¡120 euros más!

Una familia de tenderos:

El gancho: Un señor de tradición, su abuelo fue tendero, su padre fue tendero, y él desde pequeño ayudó a su padre para continuar con el negocio. Su hijo joven tiene 14 años, esta en el instituto y en su tiempo libre le ayuda en la tienda. Su padre quiere que le acompañe para que vea "cuanto cuesta la vida", y para quitarlo de las "cuatro esquinas" en las que se pone con otros jóvenes "a beber cerveza y fumar porros". Este padre quiere evitar que su hijo pase tanto tiempo en la calle, que es una fábrica de "crear flojos y drogadictos." Quitándolo de las "cuatro esquinas" el padre le está enseñando al hijo un oficio, está evitando que "se convierta en un parásito" y está acostumbrándolo a trabajar para que sea "una persona productiva."

La trampa: Llega una inspección de trabajo y encuentra al joven, que legalmente es un menor, y le dicen que el niño no debe trabajar con él porque esto es "explotación infantil".

Consecuencia: Si vuelven a ver al niño en la tienda ayudando a su padre le pondrán una multa "que se le caerá el pelo" por lo que el hombre tiene que ver como su hijo regresa a las "cuatro esquinas" a beber litronas y a fumar porros o cómo se va con sus amigos a jugar a matar gente con los videojuegos.

Un señor con 63 años, le faltan dos años para jubilarse y tiene una tiendecita pequeña.

El gancho: Lo visita la inspectora de sanidad y le alaba: "Hombre esto lo tiene usted muy bien, está todo acondicionado, etc" Intenta convencerlo para que elabore sus propios productos (hamburguesas, pinchitos, etc.) prometiéndole que ganará más.
La trampa: Una vez que haga sus propios productos recibirá visitas regulares, tendrá que rellenar y aportar "un mogollón" de documentación y, como no, cada vez que vengan los "agentes imperiales" le pondrán una multa, porque, por lo regular, los informes rezan “no conforme”, y esto significa multa. Por supuesto, la inspectora ofrece la primera visita gratis, pero las siguientes se ofrecen ¡por "el módico precio" de 90 euros!

En una pequeña industria familiar:

El gancho: Los inspectores ofrecen la posibilidad de hacer análisis semanales continuados de entre 6 y diez semanas, prometen que si lo haces no tendrás que hacer análisis en los próximos dos años. ¿Tiene sentido que te controlen unas semanas y si salen los análisis favorables, después no les importe si los productos tienen algún problema durante dos años?
La consecuencia: ¡Que pagas unos 3.000 euros en análisis!
La trampa: A un amigo que vende pollos que hizo estos análisis, pasado un tiempo mucho menor a dos años, le dijeron que habían cambiado las normas y ahora tenía que volver a hacer las analíticas normales. ¡3000 euros invertidos para nada! Para colmo, si el señor se niega a hacer los análisis, le aumentan las inspecciones y se llevan más productos para analizar, por lo que tiene más posibilidades de que pagar sanciones. La opción sugerida por el último inspector que lo visitó fue que, para evitar tantos costes de análisis por alimentos locales, que mejor metiera comida super procesada de las multinacionales "y así ganas más y te dejan tranquilo."

Otra pequeña industria de fabricación de alimentos.

El gancho: Como es una pequeña industria, la ley dice que los dueños deben tener contratado a una persona para el mantenimiento de las maquinas de la sala de elaboración, por si alguna se va desgastando o le cae algo a la materia prima que se utiliza para elaborar. ¡Lo cual es una tontería porque la maquinaria esta cerrada completamente y no le puede caer nada mientras está en funcionamiento!
Consecuencia: Si no puedes contratar a nadie tienes que pagarle a un técnico que cobra por cada desplazamiento 120 euros.
La trampa: Si pones el plan de autocontrol, en el que la maquinaria necesita revisiones, y un mes no tienes dinero para contratar al técnico, si viene una inspección te sancionan por estar utilizando la maquinaria sin los controles y te ponen "un multazo".

Para todas las pequeñas industrias:

El gancho: Desde enero de este año el que produce algo de alimentación debe poner en la etiqueta el valor energético, para que el consumidor conozca la cantidad de grasas y azúcares que consume.
La consecuencia: Tienes que comprar etiquetas más grandes y tirar las que ya tienes, o comprar unas etiquetas adicionales para que quepa toda la información. Hagas lo que hagas gastas un dineral en etiquetas y empleas mucho tiempo en etiquetar. Encima, tienes que gastarte 80 euros en análisis por cada producto. ¡Y todo esto lo pagas tú! Así, una tienda que, por ejemplo tenga 15 productos, tiene que pagar con este cambio 1.200 euros.
La trampa: Al que no tenga dinero para pagar, y más ahora que la cosa está tan mal, le ponen multas que pueden alcanzar ¡hasta los 30.000 euros!

En un pequeño supermercado familiar.

El gancho: Una señora que tiene una carnicería en un supermercado cuenta que cuando viene la inspectora, lo primero que hace es abrir la botella de lejía que utiliza para limpiar y la huele, ¿Por qué la huele? Porque en su plan de autocontrol pone que tiene que usar lejía de una determinada marca, que es más cara y tiene un olor especial. Por eso la inspectora lo huele para asegurarse de que no hayan rellenado el bote con una lejía de una marca diferente a la "recomendada".

Consecuencia: Si la inspectora huele la lejía y no es de la marca que ellos "recomiendan" ¡a la mujer de la carnicería le ponen una multa!

Otros quijotes que intentan abrir una pequeña industria de quesos ecológicos, sanos y naturales:

El gancho: Los propietarios escuchan que es mejor hacerlo todo por lo legal y acuden a las autoridades.

La trampa: Les exigen adaptar sus instalaciones como si fuera una gran empresa de quesos y les piden una gran cantidad de documentación que les llevaría meses recopilar. ¡Y todo para un puñado de cabras y unos cuantos quesos hechos a mano!

Consecuencia: La quesería quiebra y cierra poco tiempo después. Esta es la forma en la que los monopolios y los grandes fabricantes, especialmente las multinacionales, se deshacen de su competencia.

Otra quesería de "las de toda la vida".

El gancho: Le exigen que tenga un lugar habilitado para limpiar el coche cada vez que vaya a recoger la leche porque limpiarlo en la calle no es "seguro". ¿Pero cómo puede este hombre, con unas instalaciones limitadas, destinar un espacio para lavar el coche?¿Tendría que comprar un inmueble sólo para lavar el coche con "lo mala que está la cosa"?

La trampa: Ahora no puede lavar el coche el mismo en la calle y tiene que llevarlo a un sitio especializado al menos cuatro o cinco veces en semana, cada vez que va a recoger la leche. Cada limpieza le cuesta unos 20 euros. ¡100 euros a la semana solo para limpiar el camioncito!

Los inventos


Haciendo cuentas por encima, un pequeño empresario andaluz tiene que pagar al mes: una cuota de autónomo, seguridad social, una cuota por cada empleado que tenga contratado, la luz (de las más caras de Europa), el agua, la basura (que es más cara por ser una empresa), el teléfono, una empresa para que haga los análisis, una empresa para prevención y riesgos laborales, una gestoría para la documentación, IVA cada tres meses o módulos, según al régimen que esté acogido, y retenciones por cada trabajador.

Además de lo incluido en la lista anterior, el empresario debe pagar anualmente el impuesto de sociedades y los libros contables (en el caso de sociedades). Y para terminar los sueldos, las materias primas, los condimentos, los materiales, las revisiones de extintores, una empresa que venga a fumigar anualmente, y las averías de las maquinas y las neveras.

Si la pequeña empresa lograra sobrevivir a todos los gastos obligados de la lista anterior, aun tendría que pagar 90 euros por cada visita de los "agentes imperiales", que la obligarían a invertir en cosas innecesarias como carteles que pongan prohibido fumar pero que estén "homologados", cambiar los cubos de basura por los "homologados", cambiar unas bombillas que funcionan perfectamente por las "ahorradoras", cambiar unas máquinas que aunque siendo antiguas funcionan perfectamente, poner mosquiteros, cambiar las neveras por otras nuevas aunque las antiguas funcionen, etc, etc, etc

Viendo la lista anterior: ¿Es posible que todavía haya economistas que se preguntan porqué desde 2008 hasta 2016 han cerrado en España 49.684 fábricas, 400.000 negocios autónomos, hay 400.000 deshauciados y un 40% de los niños están viviendo en la pobreza?

Las albóndigas


Otro amigo de una tienda me cuenta que un viejecito está haciendo albóndigas de carne y mientras está amasando el producto con sus manos llega una veterinaria y le dice que tiene las uñas sucias de carne y que tiene que estar lavándose continuamente las manos.

El viejecito, probablemente cansado de tanta estupidez, le responde que al principio te limpias las manos, pero que una vez que empiezas no te las tienes que limpiar más porque lo que estás amasando, con las manos limpias, ¡es el mismo producto y no tocas nada más!

La veterinaria, enfadada porque el viejecito se le ha puesto "contestón" dejándola en ridículo, le toma una muestra de las uñas y se la lleva para analizarla. Eso, en la mayoría de los casos, supone una multa porque cuando ellos se llevan un "informe" nunca va en blanco y, encima, si hay algo que ellos consideren incorrecto y te piden que lo cambies, a partir de ese momento, cada visita que hagan tienes que pagarla tú. ¡Y cuesta 90 euros!

Nueva Babilonia

Las órdenes que obedecen estos "agentes imperiales" vienen de una entidad llamada la Unión Europea, cuyo parlamento, como no podría ser de otra manera, tiene la forma de la Torre de Babel.

El Apocalipsis 18:2 dice sobre Babilonia: Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído la gran babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.

Aunque pueda parecer mentira, para la mayoría de los pequeños autónomos y dueños de pequeñas industrias con los que hablé, las normas europeas son sin duda, como la Biblia dice, un infierno, y sus "agentes imperiales", hoy por hoy, son más temidos que los mismísimos demonios de Lucifer.

Los dulces

Otro gran ejemplo de lo que está sucediendo está en lo que le pasó a una mujer que tiene una pequeña tienda familiar de alimentación "de las de toda la vida" y le vende bollería a la hora de merendar a los trabajadores que salen de unas fábricas pequeñas de su localidad.

Como cada día, la mujer recibe los dulces, los pone en unas queseras de cristal bien cubiertas y se prepara para atender a sus clientes.

Resulta que un "agente imperial" llega y le dice que, si quiere seguir vendiendo dulces, tiene que comprar una vitrina de frío !que nueva cuesta nueva como mínimo 5000 euros!¡5000 euros para vender unos cuantos paquetes de dulces!

Esta mujer, que sólo vende tres cajas de dulces al día, está atrapada porque si invierte los 5000 euros en la vitrina: ¿Cuantos años tiene que estar vendiendo dulces para recuperar la inversión? Y encima la vitrina le obligaría a consumir luz. ¿Y cómo va a pagar la luz la mujer si está apagandolo todo durante el día porque apenas saca para pagar los gastos mínimos?

Lo complicado del asunto es que, si la mujer no compra la vitrina de 5000 euros, la "agente imperial": ¡Le pone un multazo que le obligaría a cerrar la tienda de por vida!

La contaminación

Un viejecito tiene una estantería con verduras, cebollas, pimientos, tomates, ajos, peros, platanos y naranjas, y en la estantería que está junto a las frutas tiene unas gomitas y golosinas.

Llega un "agente imperial" y le dice que ¡no puede tener esas golosinas porque las verduras y las frutas llevan unos químicos que pueden contaminar las golosinas!¡Estas cosas son las que explican porqué la sede de la Unión Europea es una reproducción de la Torre de Babel!¡La inspectora sabe que las verduras y las frutas vienen contaminadas por agroquímicos y, en lugar de denunciar esto, le pide al anciano que no las pegue a las golosinas porque son para los niños!

Las instalaciones

Un señor explica que no puede más y está a punto de cerrar, se dedica a hacer chicharrones, pimientos asados, boniatos, y otras cosas en su horno.

Aparece un "agente imperial" y le exige que los productos vayan envasados de cierta manera, le pide que invierta en darse de alta como industrial, lo cual cuesta un dinero, y para rematar le pide que adapte las instalaciones, que compre un equipo extractor de frío, una mesa de acero inoxidable, un fregadero especial, que haga unos análisis mensuales que tiene que pagar él y que haga unas etiquetas, que también las tiene que pagar él. ¡Y todo esto para vender unas cuantas cajas de pimientos y unos kilos de chicharrones!

El hombre hace la cuenta y si invierte lo que le exige el "agente imperial", tendrá que estar por lo menos cinco años trabajando, con horas extras y sin ganar nada para recuperarse. ¡Y no es broma!¡Son las "maravillosas" políticas europeas de la austeridad!¡Y todavía hay gente que dice que no entiende porqué casi todos los paises quieren salirse de la Unión Europea!

Los intereses

El ultimo día del mes todos tienen que pagar la seguridad social, y si no pueden pagarla, el día uno les cuesta un veinte por ciento más, y si el quince todavía no pueden pagar, les sube otro veinte por ciento, y así cada mes.

Es decir, que una persona que deba 1000 euros, si no puede pagar a tiempo el día uno, tiene que pagar 1200, y después de un mes su deuda sube a 1440, y entonces la persona ya está atrapada porque le llegan los 1000 euros del mes siguiente, y entonces, si elige pagar la deuda de 1440, el nuevo de 1000 le sube en un 20%, y si paga el nuevo de 1000, no puede pagar el de 1440. ¡Y a estos gastos hay que sumarle la demora, que es otro cargo más!

Es por esto que los pequeños negocios e industrias andaluzas, por una pequeña deuda provocada por no haber pagado a tiempo los 1000 euros, se pueden ver en unos cuantos meses atrapadas en deudas de miles euros que nunca podrán terminar pagar.

¡Y todavía hay economistas que se atreven a decir que la Unión Europea es una democracia regida por un mercado común donde hay libertad económica y libre comercio!

La luz

Como la luz está muy cara y el que menos paga, paga 1000 euros de luz, las tiendecitas muy pequeñas, que son un cuadradito de unos cuantos metros, ponen por las noches todos los productos dentro de una sola nevera y apagan las demás para ahorrar gastos y poder llegar a fin de mes.

Pues bien, hace unas semanas, a una tienda de estas pequeñitas le mandaron una carta de la compañía de luz preguntándole porqué había bajado su consumo de luz.

Y cómo el hombre no contestó, le enviaron a un inspector de la compañía de luz preguntando porqué estaba pagando menos de lo normal y que dijo venir a ver si el señor se estaba robando la luz.

El dueño de la tienda le dijo al inspector que mirara lo que quisiera, pero que con la factura que el paga de más de mil euros dejando las luces apagadas, que vengan a investigarlo como si fuera un delincuente: "No tiene nombre"¿Cómo no se les cae la cara de verguenza?

Se alquila

Una anecdota que describe muy bien la situación en la que se encuentra España me sucedió este mismo año cuando, en un hotel de Antequera, le preguntamos a una camarera si conoce una cafetería donde tomarnos un café.

La camarera, muy sonriente, nos dice que no tendremos que ir muy lejos porque hay una cafetería justo al lado del hotel. Y entonces, cuando salimos encontramos ¡que la cafetería la acaban de cerrar y tiene un cartel que dice "se alquila o se traspasa"! Y aunque la situación no es de risa, nos estuvimos riendo un buen rato, por no llorar.

El centro

Para que la gente no se de cuenta de que los negocios pequeños están cerrando los de "arriba" están usando un truco tan sencillo como eficaz: El tema del "centro histórico" o "la calle peatonal".

El tema es muy simple, en el centro del pueblo, en una plaza o calle principal, se permite que sobrevivan algunos negocios, que, al ser muy pocos, los fines de semana siempre se llenan.

Y así, cuando la gente sale el fin de semana ve que todos los lugares están llenos y tiene que esperar para sentarse, y como tienen que esperar, esto lo ven como una buena señal de que "la economía va bien" y se quedan tranquilos.

La realidad es que si te sales de las cuatro calles del centro, lo que encontrarás es una enorme cantidad de locales cerrados. En algunas localidades, como puedes ver aquí, he llegado a encontrar decenas de negocios cerrados en sólo dos o tres calles.

Y es así como, a pesar de las terribles cifras económicas y los records de negocios en quiebra que la gente todavía sigue creyendo que "la economía está mejorando" porque se encuentran llenos "los cuatro bares del centro" y "tienen que esperar" para sentarse a tomarse el café.

Los ordenadores

A un hombre que vende pollos no lo dejan hacer las facturas a mano, y para tener controlado todo lo que haga lo han obligado a comprar tres máquinas en las que tiene que meter los datos de todos los clientes (no sean mal pensados, que estos datos no son para vendérselos a las multinacionales ni para usarlos por los gobernantes para vigilar los movimientos de los consumidores). Para cumplir con este requisito el hombre ha tenido que comprar un ordenador y sólo el programa le ha costado 3000 euros. ¡Y ahora el hombre tiene que estar varios años vendiendo pollos para pagar solo el ordenador!

Según cuentan: "Por eso está cerrando todo el mundo. Porque así es imposible seguir adelante. A los negocios familiares los están quebrando y o revienta todo y quitan las normas, o quebraremos todos y seremos esclavos de las grandes empresas. Los que no están cerrando están aguantando porque el local es suyo, están solos o están ahorrando sin encender la luz hasta que no tienen más remedio."

Los focos


Según me cuentan, para los "agentes imperiales" de la España de la Unión Europea (véase la Nueva Babilonia), todo son focos de "infección" y "atentados contra la salud pública."

Por ejemplo, a algunos negocios los han multado con 250 euros simplemente porque cuando llegó el veterinario en el suelo había la señal dejada por un cubo de agua ¡y ese posible "foco de infección" les costó pagar 250 euros de multa!

Los perros

El control ha llegado a tal punto que si un vecino te pide los desperdicios de la carne para su perro, te tiene que dar una fotocopia de los papeles del animal, porque si no esa carne podría ser utilizada para alimentar a una persona ¡Y eso es un atentado contra la salud pública!¡Darle de comer a los pobres es un atentado contra la salud pública y está perseguido!

Como había mucha gente que no tenía para comer y le daba verguenza pedir, empezaron a ir a las carnicerías a pedir los restos, y ahora, con esta nueva norma, los hambrientos que no tienen perro, como no pueden mostrar ningún documento, ya ni siquiera pueden ir a pedir los restos de comida a las carnicerías.

Dicho de otra forma, que en la España de la Unión Europea: ¡Tienen más derecho a mendigar los perros, que las personas!

Para asegurar estas medidas en la actualidad están poniéndole chips a los perros, para así poder cobrar también impuestos sobre la comida que se tira. Y, como no podía ser de otra manera: ¡También le quieren poner chips a las personas y marcarlos como si fueran esclavos o los mismos perros!

A por ellos

Todos los autónomos y todas las pequeñas industrias con las que hablé me dijeron que saben que las autoridades "van a por ellos" y la mayoría cree que el gobierno trabaja para las multinacionales y las grandes empresas que dirigen Europa desde Bruselas.

Pero, aunque sea un secreto a voces, muchos saben que la prensa no es la opción y ya no recurren a los periodistas ni se molestan en hacer denuncias a la prensa.

Otro ejemplo que puedo destacar es el caso de un viejecito que tiene una tienda "de las de antes" y en su auditoría no aparecía un papel de la compañía de agua porque el negocio tiene treinta años y en aquellos años ese papel no se entregaba.

Los inspectores insiten en que quieren el papel de la compañía de agua que demuestra que la tienda ha estado pagando y cuando el viejecito les entrega los recibos de pago, para los "agentes imperiales" con estos no es suficiente y le obligan a hacer un análisis y "asegurarse" de que el agua no es "robada" y viene de un pozo. De esta forma "le meten al viejo 200 euros que cuesta el análisis. "

Y si estos 200 euros se juntan con que el viejo ha vendido poco, "pues adiós, porque entonces ya no puede pagar los impuestos ese mes. ¡Y le ponen otra multa!"

Todos a la calle

Si a estas alturas el lector no ha dejado de leer y se ha puesto a llorar, podríamos preguntarle, de forma quijotesca: ¿A quién podrían beneficiar estas políticas, además de a los políticos y a las multinacionales?¿Quién podría estar interesado en destruir a las economías familiares y arruinar a los pequeños negocios?

Y la respuesta puede que se encuentre en el juego del Monopoly, ese juego que nos ponían a todos para que aceptáramos los monopolios y nos acostumbraramos a que lo normal es: ¡Que siempre gane la banca!

Y para mostrar lo que quiero decir podemos contar lo que sucedió en un bloque de pisos al que fuí este año.

En este bloque de cinco pisos, dos familias habían sido deshauciadas por los bancos y una tercera estaba pasando grandes problemas económicos porque sus miembros se habían quedado sin trabajo.

Uno de los cinco vecinos, el único que tiene trabajo, decide contratar a la vecina para limpiar las escaleras comunitarias y ayudarla a pagar su deuda con el banco para que pueda alimentar a sus hijos y no pierda su vivienda.

Lo que no sabe esta persona es que, contratar a su vecina para limpiar las escaleras ayudándola a evitar a que pierda su piso: ¡Es ilegal!

Su vecina tiene varios hijos, no tiene para comer, y los 15 euros que le pagarán un par de veces al mes, le ayudarán, por lo menos, para comprar la comida de sus hijos. ¿Es esto un crimen?¿Como puede ser ilegal contratar a una vecina para evitar que el banco se quede con su piso y se quede con sus hijos pequeños en la calle?

La realidad es que, en la España de la Unión Europea, contratar a esta vecina para limpiar las escaleras es ilegal, y la consecuencia fue que la familia no pudo pagar la hipoteca y acabó perdiendo su piso.

Los millones

¡Y todo esto está pasando en un país en el que el banco central español dice, como hemos mencionado antes, que ¡26.300 millones de euros que se usaron para "rescatar" a algunos bancos "no se recuperarán nunca"!¡26.300 millones de euros desaparecidos del dinero de todos y el delincuente es un inquilino que contrata a su vecina para limpiar las escaleras para que pueda pagar la hipoteca y no acabe con sus niños pequeños en la calle!

La ignorancia

El mayor problema que puede sufrir la sociedad es cuando la ignorancia toma el poder, y eso es lo que pareciera estar pasando en nuestros tiempos. Y para demostrarlo voy a contar una historia que le sucedió a un vecino de mi pueblo en su campo.

Además de los veterinarios, inspectores, peritos, etc, existe otro tipo de "agentes imperiales" que se encarga de imponerle a los agricultores la políticas "ecologistas" europeas, que según los que mandan, están diseñadas para proteger a la naturaleza y evitar que el medio ambiente sea destruido.

Hace más de veinte años, cuando estos "ecologistas" llamados "ingenieros forestales" llegaron a mi pueblo, mi padre, ya fallecido, me señaló a un bosque y me dijo, mira hijo mío, todos estos árboles se morirán en unos cuantos años por culpa de los "ecologistas, porque no tienen ni idea de lo que es el campo".

Y fue este año, paseando por ese mismo lugar, cuando vi con asombro que los árboles que me señaló mi padre se han muerto o se están muriendo. ¿Los motivos? Sigamos adelante.

Al campo de un vecino llegan unos ingenieros forestales para indicarle las ramas que puede y no puede cortar de los árboles que hay en su terreno. Estos ingenieros, mostrando una ignorancia que, para alguien que conozca el campo, va más allá de lo que pueda concebir la imaginación, le recomendaron al anciano ¡que corte las ramas más jóvenes de los árboles y deje las más viejas!

Hasta yo, que no tengo mucha idea se que los árboles no se deben podar si no es en casos extremos y siempre hay que quitar las ramas más viejas que ya estén muertas o que se estén muriendo.

Pero, seamos honestos: ¿Quién se atreve a cuestionar a los "agentes imperiales? Ellos son la ley, y si no haces lo que te piden los agentes de la ley: "Se te cae el pelo".

Indignado por la propuesta de los ingenieros, mi vecino, ya cansado de tanta ignorancia, decide desafiar a los ingenieros, que vienen recién salidos de la "batidora de cerebros" en la que se ha convertido la universidad, decide contestarles con la sabiduría que sólo el campo y la libertad de pensamiento pueden brindar.

Mostrándoles una encina, con ramas muy viejas y otras muy jóvenes, nuestro vecino le demuestra a uno de los ingenieros su ignorancia con estas palabras: "Mira hijo, este árbol es como mi familia, si tu me matas a mí, que ya estoy viejo y no puedo dar frutos, y dejas a mi hijo vivo, que tiene toda la fuerza vital, mi hijo se reproducirá y nuestra familia seguirá adelante. Pero si matas a mi hijo que está jóven y lleno de vitalidad y me dejas vivo a mí, que soy la rama vieja y no puedo reproducirme, entonces, estás matando a toda nuestra familia. Pues bien, eso es lo que estáis haciendo ustedes con este bosque, hijos: Lo estais matando".

Los ingenieros, los cuales demostraron estar muy carentes de "ingenio", mostraron que los seres humanos tienen un gran potencial, reconocieron su ignorancia y se marcharon.

La solidaridad

Todas estas anécdotas, además de demostrar claramente la locura en la que la sociedad moderna está inmersa, muestran cómo se puede usar a una legión de veterinarios, ingenieros, inspectores, peritos, etc para obedecer de forma ciega lo que les manden y llevar a cabo "misiones" que están completamente alejadas de cualquier lógica y ausentes del más mínimo sentido común.

Sobre esto mismo el maestro Michael Elner escribió:

"Sólo míranos, toda está al revés, todo está patas arriba:

Los médicos destruyen la salud,

los abogados destruyen la justicia,

las universidades destruyen el conocimiento,

los gobiernos destruyen la libertad,

los medios de comunicación destruyen la información

y la religión destruye la espiritualidad."

Las vacunas

Los "agentes imperiales" vinieron a ver a un hombre mayor y le sacaron sangre a todos sus cochinos.

El análisis de uno de los cochinos salió mal y, en lugar de pedirle que matara al cochino que estaba mal, los veterinarios ¡le pidieron que matara a toda la piara que no estaba contaminada por la enfermedad!

Para convencerlo, los veterinarios le dijeron: "Mire usted, vamos a matar a todos los cochinos, los vamos a quemar y se los vamos a pagar". El anciano, indignado, les dijo: "Mire usted, yo tengo ochenta y cuatro años y llevo toda mi vida en el campo, ¿Y cual es el cochino que dice usted que está malo?¿Ese? Pues entonces lo vamos a matar, nos lo vamos a comer, y ya estamos todos "envacunados".

Los señores que querían quemar a todos los cochinos se fueron y no han vuelto a aparecer.

Aunque no lo puedo demostrar, el rumor que corre es que hay subvenciones que se dan por quemar a los cochinos y hay personas que se que ganan una parte, y que es por eso que, en un país donde el 40% de los niños están viviendo en la pobreza, ¡se queman piaras enteras de cochinos porque uno está enfermo! ¿Alguien le puede encontrar lógica a este asunto?

La desesperación

La situación actual está llevando a las personas a unos niveles de desesperación y fustración impresionantes. En España, por ejemplo, al final de 2016, se estaban suicidando diez personas al día, la mayoría hombres, y el estudio no incluía a los que se suicidan alcoholizándose, drogándose o volviéndose obesos para intentar olvidarse de su depresión y de su dolor.

El nivel de fustración al que me refiero se puede describir con una historia que me sucedió el año pasado en uno de mis viajes por Andalucía.

Realizando un reportaje entro en una tienda de un pueblo buscando dulces típicos para merendar y cuando pregunto por los dulces de la tierra, que son más sanos y llevan menos químicos, el tendero me cuenta que apenas quedan porque, aunque son dulces sanos que sólo llevan almendras y miel, los inspectores han exigido a los pequeños productores tantos requisitos que la mayoría de las pequeñas industrias y negocios familiares han quebrado.

La mujer me cuenta que los pocos dulces que tiene están ahí porque le da pena dejar de comprarle a unos clientes con los cuales ha colaborado en las dos décadas que tiene la tienda, pero que si vienen los inspectores de hacienda: "Le meten un paquete".

Tristemente, así está la situación: No se puede vender un dulce con almendras y miel de tu pueblo, un producto que es muy sano y no lleva químicos, pero las estanterías si pueden estar llenas de productos procesados de multinacionales que llevan en las etiquetas unas listas de químicos escalofriantes.

Algunos "expertos" dicen no comprender porqué se han multiplicado las "alergias", y podríamos preguntar: ¿No tendrá que ver en este asunto que se persigan los productos sanos y naturales mientras que los alimentos procesados, mientras más químicos llevan, menos controles reciben?

Mientras que la tendera me cuenta indignada que le están haciendo "la vida imposible" y va a tener que cerrar, un cliente toma la palabra y me dice que él también tiene un pequeño negocio, que lleva muchos años con él y que los inspectores también le están haciendo la vida imposible y se encuentra a punto de cerrar.

Sin embargo, el hombre, que nos deja a todos sin palabras, nos dice que él no tiene planes de entrar en la lista de diez suicidios diarios que se producen en España, sino que se ha comprado una escopeta, y ha averiguado con un amigo las leyes, y que antes de cerrar le va a pegar un tiro al inspector y que si tiene que ir a la cárcel pues que siempre es mejor que perder su casa y verse en la calle sin nada para comer.

Por supuesto que esta historia no la comparto ni para promover la violencia ni para incitar a nadie, tampoco creo que la persona estuviera hablando en serio cuando habló de matar a nadie.

Esta anécdota la comparto para llamar la atención de que, este tipo de comentarios se escucha cada vez más en la calle, y sin duda es una señal que muestra hasta donde podría llegar la situación si continúa la persecución que se está haciendo, en nombre de la "austeridad" y de la "democracia", a los pequeños negocios familiares en detrimento de las grandes multinacionales, de los bancos y de los grandes interesistas.

Mucha gente dice que si la cosa sigue así algo muy fuerte estaría a punto de estallar. Dios quiera que las autoridades españolas y europeas rectifiquen a tiempo y vuelvan a ejercer unas políticas dirigidas para proteger a la gente y no para beneficiar a unos cuantos bancos y unas cuantas empresas multinacionales.

La lista interminable

Si siguiera escribiendo aquí los testimonios que he escuchado y visto en estos últimos años de familiares, amigos y gente muy cercana, este texto podría llamarse perfectamente "La lista interminable".

Sin embargo, como las historias que he compartido son más que suficientes para mostrar la verdad que se oculta tras los hermosos adjetivos de "mercado común", "libertad económica" y "libre comercio" en los que supuestamente se basan las políticas de la Unión Europea. Vamos a ir terminando con este texto.

El futuro

La Cleptocracia (del griego clepto, 'robo'; y cracia, 'poder' = poder de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político y/o el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico".

Hace unos meses que portavoz del ministro griego Yanis Varoufakis, Dimitris Yannopoulos, afirmó en una entrevista que "Grecia es un campo de concentración y la Unión Europea es el Cuarto Reich".

Y la historia con la que voy a terminar este texto quizá sea la prueba de lo que denuncia este señor, tristemente, pareciera estar haciéndose realidad también en España.

Y es que este año fuí a pequeña tienda de alimentación a buscar productos artesanales y la dueña me contó que estaba indignada con algo que le había pasado pocos días antes con uno de los inspectores.

Visiblemente irritada y nerviosa la mujer me contó que, mientras se encontraba fuera de su negocio, había llegado una inspección a la cual la había atendido su madre, que es una anciana de edad avanzada, y que uno de los inspectores, le había tirado los dulces de mala manera a la anciana porque, según él, había alguna anormalidad. Aunque la mujer me lo explicó varias veces ¡Me costó mucho creerlo!

Y esta imagen de la autoridad tirándole los dulces a una anciana hizo que recordara un sermón llamado ¿Qué hubiera dicho Jesucristo? que el pastor alemán Martín Niemoller leyó en 1946 sobre el ascenso de los nazis al poder:

«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí,
no había nadie más que pudiera protestar.»


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