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Unión de pareja mesoamericana. Sala de Oaxaca. Museo de Antropología de México |
El matrimonio, instituido como base de la sociedad desde la antiguedad, está siendo protagonista de una gran controversia. En los países occidentales se están realizando muchos divorcios y las personas comienzan a vivir en pareja sin celebrar ningún ritual religioso o civil.
Para comenzar, vamos a analizar las palabras que se usan para definir, en latín, la unión de la pareja, las cuales son matrimonium, conjugium y consortium.
La palabra matrimonio podría proceder de matrem muniens, o sea, lo que provee la madre; matrem munens entendido como el compromiso que adquiere la mujer con el esposo; también podría proceder de matre nato, o sea, dar vida y matrem unions o unión de pareja.
En latín, la palabra conjugium define una unión ordenada, mutua y recíproca para la realización de una tarea común; de dicho término procede la palabra cónyuges. Y finalmente, de la palabra consortium o comunidad proviene la definición de consorte.
Desde la antiguedad existen dos sistemas matrimoniales principales: la endogamia y la exogamia, las cuales se definían por el grado de parentesco, la posición económica o a la raza. Los matrimonios endogámicos se efectúan dentro del grupo de parientes; y los exogámicos, entre grupos o tribus donde no hay ningún grado de consanguinidad.
En el siglo IV después de Cristo, San Agustín, elaboró una doctrina recomendando no casarse con parientes próximos porque limitaba los lazos sociales del clan e impedía un intercambio social más amplio.
En algunas sociedades, la dote fue la causa del establecimiento de los matrimonios endogámicos, porque de esta forma el patrimonio permanecía dentro de la misma familia.
Por su parte, la iglesia fomentaba los matrimonios exogámicos con el objeto de ampliar lazos sociales. Esta situación creó confusión porque la dote significaba el sostén terrenal de la familia. La existencia de la dote estimulaba los matrimonios arreglados por conveniencia para mantener la heredad en las mismas familias. También se usaban los matrimonios para hacer alianzas políticas o evitar guerras.
La prostitución y el concubinato no eran condenados por la realización del acto sexual sino por ir en contra de la familia. El matrimonio se convirtió con la dote en una forma legal diferente de la prostitución.
Algunas religiones, como la católica, comenzaron a practicar el celibato, prohibiendo a sus integrantes casarse. Se dice que la práctica se inició para evitar que los religiosos cayeran en pecado al tener sexo.
En el Nuevo Testamento, en el evangelio de San Juan, se describe a Jesús salvando a una mujer que va a ser lapidada por cometer adulterio. El texto dice: (8:3 a 8:7) Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio le dijeron: maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio y en la ley nos mandó Moisés a apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?. Mas esto decían tentándole para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado en el suelo, escribía en la tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle se enderezó y les dijo: El que de ustedes esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
La orden de apedrear a los adúlteros hasta la muerte fue dictada por Moisés en el Levítico, uno de los libros del Antiguo Testamento, el texto dice así: (20:10) Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
Actualmente en muchos países se sigue cumpliendo esta ley. El fanatismo religioso ha llevado este mandato al extremo de forma injusta haciendo que las principales víctimas sean las mujeres. En algunas sociedades se apedrea a la mujer que ha sido violada excluyendo al hombre de la culpa.
Hacia el 1300 AC se difundió el decálogo de Moisés, con los mandamientos no fornicarás, o no desearás a la mujer de tu prójimo. El rey Salomón siglos después, tenía 700 parejas estables además de innumerables amantes. En el judaísmo, el matrimonio tenía como finalidad la descendencia. En la cultura egipcia el incesto estaba permitido y la circuncisión tenía carácter ritual en la adolescencia.
En Grecia se toleraba la homosexualidad masculina entre adultos y adolescentes dentro de un contexto educativo. En Atenas sólo las hetairas (prostitutas) podían andar solas. En la Edad Media, la iglesia impuso el matrimonio monógamo y declaró el instinto sexual como pecado demoníaco.
San Agustín, denominado padre de la iglesia católica, afirmaba que nada hacía descender la mente viril de las alturas a tal grado, como las caricias de una mujer y se sentía culpable de su experiencia sexual pasada. Para él, la sexualidad y la procreación eran inseparables y sostenía que "el deseo sexual es una tendencia animal, pero podría ser justificada y orientada hacia el bien, siempre y cuando el acto sexual tuviera como finalidad la procreación".
Con la Biblia se exhortaba a crecer y multiplicarse, siendo el sexo reproductivo una obligación y el sexo sin hijos una ofensa o una maldición. Se condenaban así la prostitución, la homosexualidad y la masturbación. No porque estuvieran mal, sino porque no cumplian el mandato divino de procrear y traer nuevos miembros a la comunidad, los cuales se necesitaban como mano de obra o para las continuas guerras.
Con los siglos, del matriarcado se cambió a una sociedad patriarcal. Eva, una diosa de la fertilidad, era acusada por los teólogos de condenar a la humanidad a la muerte y el mal. Con la instauración del patriarcado, los grupos de poder político quedaron limitados a hombres. Aun hoy, algunos judíos ortodoxos agradecen a dios no haber nacido mujeres y se les segrega en el muro de las lamentaciones.
El Papa León VII murió fornicando con una mujer adúltera en el año 939, el Papa Clemente II en 1046 cobraba impuestos a las prostitutas después de muertas las cuales tenía que ceder la mitad de su herencia a la iglesia; y el Papa Juan XII fue asesinado en 1334 a manos de un marido celoso que lo encontró con su mujer.
El primer cinturón de castidad europeo data del siglo XII y protegía la castidad de la mujer. Un tratado cristiano medieval recomendaba para combatir la lujuria darse latigazos hasta sangrar, meter un dedo en agua hirviendo o caminar desnudo por un campo de ortigas.
Por otro lado, en China, para el confucianismo la razón principal del matrimonio era la de procrear. Estaba permitida la poligamia que garantizaba mayor descendencia. La mujer era subordinada y sometida al hombre. Se valoraba como mayor virtud su discreción y se le pedía recato. Una mujer civilizada y respetable debía permanecer recluida, apartada de cualquier educación y si era viuda debía permanecer casta y no volverse a casar.
En lo que se refiere a la masturbación, estaba vedada para el hombre, debido a la pérdida del semen que implicaba. La masturbación femenina, en cambio, parece que era estimulada, como lo insinúan la cantidad de objetos producidos para este fin.
Hasta no hace mucho estas ceremonias se celebraban en muchas partes de Mesoamérica. En la cueva de Aktún Usil en Yucatán, México, se han encontrado esculturas en forma de falo y de vagina que se usaban en los rituales de unión de parejas.
Los mexicas usaban la "marmaja", marcasita (sulfuro de hierro), para elaborar una tinta negra y resplandeciente que empleaban como aceite facial, pintar cerámica, papel y cierto tipo de sandalias. Lo aplicaban en el rostro a las imágenes de las deidades femeninas, a las novias en su casamiento y a las sacerdotisas del culto de Chicomecóatl, diosa de la agricultura. La ofrenda que se daba en las bodas por los mexicas consistía en un guajolote (pavo) vivo o herbido.
En el Códice Nuttall están representadas algunas escenas de una boda de los mixtecos de Oaxaca, México. Así en una de las escenas se observa a una pareja, la mujer llamada 3 Pedernal y el hombre 12 Viento, recibiendo un temazcal antes del casamiento. El cuerpo del hombre está pintado de negro y la mujer va desnuda luciendo un pectoral. Dos mujeres, 10 Casa (Izquierda) y 6 Pedernal (Derecha) echan agua sobre ellos.
En este mismo códice aparece después la misma pareja cubierta por una manta y en la parte superior unos personajes les llevan ofrendas, como por ejemplo el uso para el telar de cintura, flechas, plantas y otros objetos.
Vamos a terminar hablando de un hueso tallado maya que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de México. En la pieza se ven cuatro parejas sentadas en una posición similar a las de las uniones mesoamericanas.
Lo interesante de este relieve es que la mayoría de las criaturas son antropomorfas y el humano que aparece en la imagen, abajo a la derecha, hace una ofrenda a una criatura con apariencia fantástica. Esto nos lleva al principio de todas las mitologías antiguas donde se habla de las uniones entre humanos y dioses, muchas veces representados por animales.
Autores:
Blanca Adriana Camacho y Chico Sánchez
Fuentes consultadas
Mam / Ajaw: Tiempo largo, coyunturas y resiliencia en las sociedades mayas actuales. Aut. Alain Breton
La Señora de Chalma. Aut. Leonardo López Luján y Laura Filloy Nadal
Historia y cultura de las religiones. Aut. Benito josé Martinez Gomez
Gran Mitología Egipcia. Aut. Elisa Castel
Tlahtolnechikolli. Diccionario Nawatl moderno
Zeus, Hera y el Matrimonio Sagrado. Aut. José Carlos Bermejo Barrera
El concepto del matrimonio. Aut. José de Jesús López Monroy. UNAM
Orígenes del matrimonio y de la familia moderno. Aut. Roswitha Hipp T.
Prostitución y matrimonio en Roma: ¿Uniones de hecho o de derecho? Aut. Carmen Herreros González y Maria del Carmen Santapau Pastor.
Si las putas hablásemos se derrumbaría la institución idílica del matrimonio. Entrevista Montse Neira
Mitología egipcia. Mariana Enríquez. Ed. Gradfico
El celibato, la soledad y al autonomía personal. Elisabeth Jelin. Colmex