Viaje al Centro del Universo. Parte 18: Los Brujos del Agua

La gripe

Nuestro viaje continúa en Chichén Itzá, una de las ciudades mayas más conocidas de Yucatán.

Dormiremos en el Hotel Villas Arqueológicas, está muy cerca y desde él se puede ir andando al sitio arqueológico.

Me encanta que el hotel fue construido respetando a los grandes árboles que aun permanecen dentro. Al llegar les damos un abrazo para saludarlos.

Chichén significa "pozo" o "boca de agua" e Itzá o Itzáes significa "brujos del agua". En el año 2009 tuve mi primer encuentro con el mágico y misterioso mundo de los mayas en este lugar.

En aquellos días México estaba sufriendo el famoso caso de la "gripe porcina". Uno de esos extraños fenómenos sociales que si los analizas te hacen dudar profundamente de la afirmación de que los seres humanos son inteligentes.

El día que la gripe fue declarada "oficial" yo estaba en Ciudad de México cocinando para recibir a unos amigos periodistas. Sonó el teléfono y nos avisaron que no vendrían a comer, iban huyendo al aeropuerto con sus hijos. Huían como quién huye de una bomba atómica.

Al escuchar sus palabras me entró una profunda preocupación: ¿Una gripe mortal?¿Sería un peligro real? Me asomé a la ventana y todo se veía normal, la gente trabajando, las tiendas abiertas. Entré a internet a buscar información.

Lo primero que encontré fue que por contaminación, solo en Ciudad de México, morían más o menos 4000 personas al año. El humo negro que se veía desde mi ventana mataba ¡333 personas de media cada mes! ¡11 al día!

Dormiremos en el Hotel Villas Arqueológicas, está en la entrada de Chichén y se puede ir andando a realizar la visita. Chichén significa "pozo" o "boca de agua" e Itzá o Itzaes significa "brujos del agua". Fue en esta ciudad en el año 2009 donde tuve mi primer encuentro con el mágico y misterioso mundo de los mayas.
Dormiremos en el Hotel Villas 
Arqueológicas, en la entrada de 
Chichén. Se puede ir andando a 
realizar la visita. Chichén significa
"pozo" o "boca de agua" e Itzá o 

Itzaes significa "brujos del agua". 
Fue en esta ciudad en el año 2009 
donde tuve mi primer encuentro con 
el mágico y misterioso mundo 
de los mayas.
En la página del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos encontré después que en la temporada 2003-2004 la gripe normal había matado a 49.614 en EEUU, ¡eso era una media de 4134.5 personas al mes y 138.7 personas al día!

Si unas decenas de muertes por gripe porcina en varios días eran una epidemia en México: ¿Porqué 138 personas diarias de gripe normal no lo eran en Estados Unidos? Algo en la historia comenzaba a sonar extraño.

Lo que hizo que comprendiera que no tenía nada que temer fue ver que la Organización Mundial de la Salud, la misma que anunciaría la pandemia, había publicado en el 2007 que  "decenas de millones de pacientes son víctimas de lesiones discapacitantes o mueren como consecuencia directa de prácticas médicas peligrosas."

Comparar los diez millones de personas muertas o discapacitadas anualmente por errores médicos con las personas que habían muerto durante la gripe me dio una gran tranquilidad. Acababa de descubrir que tenía "millonarias" posibilidades más de morir si iba al hospital que si cogía la gripe porcina.

De acuerdo con LA Times la cifra total de muertos mundial por H1N1 en el 2009 fue de 200.000. Sin querer desmerecer el trabajo de autoridades y personas que ayudaron a aliviar a los afectados, ni tampoco perdiendo el respeto a los fallecidos, la pregunta que me hacía y me hago es: ¿Porqué diez millones de afectados por errores médicos no nos dan miedo y 200.000 muertos de gripe sí?

Al día siguiente acompañé a un periodista de un diario inglés al centro de la ciudad. El corresponsal miró las alertas en su teléfono dijo que ya era oficial: la OMS había declarado la pandemia. Las personas pasaban aterrorizadas con sus máscaras pensando que llegaba el "fin del mundo" y yo lo que veía era una epidemia de pánico provocado por la locura colectiva.

El político y filósofo Francis Bacon 
dijo que el conocimiento es poder 
(Knowledge is power). Y en este 
 momento conocer los verdaderos
riesgos me daba el poder de reírme 

mientras los demás sufrían aterrorizados
Cuando pasamos del calor de la plaza del zócalo al fresquito del interior de la catedral mi colega comenzó a estornudar. No tenía la gripe, era sólo una reacción al cambio brusco de temperatura.

La gente lo veía estornudando, se persignaba y se ponía a rezar. Al ver la situación no pude evitarlo y se me escapó una gran carcajada que resonó en toda la silenciosa catedral.

El político y filósofo inglés Francis Bacon dijo que "el conocimiento es poder" (Knowledge is power). En este momento conocer los verdaderos riesgos me permitía reírme mientras los demás sufrían aterrorizados.

Ese mismo día en la tarde me invitaron a una comida organizada por unos amigos periodistas.

Durante la fiesta una mujer rompió a llorar a causa del pánico. Cuando intenté tranquilizarla comprobé que creía tan firmemente en la prensa que aunque le daba razones convincentes y cifras oficiales no me creía. Para ella lo que decía la prensa era la única verdad.

Y en ese momento yo también entré en pánico, pero no por miedo a la fiebre, sino al darme cuenta de lo fácil que es hacer creer a millones de personas cualquier cosa. Aquella persona había sido convencida del gran peligro que representaba la gripe y se negaba a considerar otra posibilidad.

Ver lo fácil que sería llevar a millones de personas a creer ciegamente en algo me aterrorizó y comprendí porqué había sido tan fácil para Hitler llevar al mundo a una guerra tan fraticida: Porque la masa de nuestra sociedad, la inmensa mayoría, ni piensa ni razona ni investiga, sólo repite e imita.

Las vacaciones

El sol sobre la pirámide de Kukulkan. Para  este guía la ciudad de Chichén Itzá no era un  montón de piedras rodeadas de selva. Según  él la ciudad había sido construida por brujos  procedentes de otra dimensión que iban y  venían a las estrellas.
El sol sobre la pirámide de Kukulkan. 
Para este guía la ciudad de Chichén 
Itzá no era un montón de piedras 
rodeadas de selva. Según él la ciudad 
había sido construida por brujos 
procedentes de otra dimensión que 
iban y venían a las estrellas.
Cansados de tanto pánico decidimos irnos a Yucatán de vacaciones.  

Cuando llamé a mi madre y le dije que estaba de vacaciones por México durante el brote de fiebre porcina la mujer se puso a llorar del otro lado del teléfono.

Veía las noticias sin cuestionarlas y su mente estaba totalmente fuera de la realidad, llena de ilusiones.

Para ella yo estaba en un país peligrosísimo lleno de muertos engripados y yo en realidad me encontraba en la piscina del paradisiaco Lodge de Uxmal disfrutando del atardecer en la selva.

Cuando le expliqué que comparando cifras la gripe normal era mucho más peligrosa mi madre no me creyó.

Quién iba a pensar que esta persona, la misma que me prohibía ver televisión cuando era niño, acabaría creyendo más a las noticias que a su propio hijo.

El hotel estaba vacío y con nosotros sólo había una pareja inglesa. El inglés, que se notaba que estaba también fuera del rebaño, nos contó que él también había comparado cifras y leído algunos artículos científicos que le habían tranquilizado, por esto había decidido venirse a Yucatán.

Nos reímos mucho escuchando las razones que su familia le daba en Inglaterra para convencerlos de que no vinieran a México. La realidad es que donde estábamos, la gripe sólo existía en las páginas del periódico y en las pantallas de televisión.

Me parecía patético que mientras nosotros disfrutábamos, al otro lado del mundo, mi madre estuviera, como otros muchos millones de personas, envenenándose delante del televisor creyendo unas noticias que le contaban una historia totalmente alejada de mi realidad.

Todavía no se ha recuperado Yucatán del golpe económico de esta gripe. En todo México he conocido cientos de personas que perdieron sus pequeños negocios o se quedaron sin trabajo esos días. Como dice el dicho: fue peor el remedio que la enfermedad y el golpe a la economía mexicana probablemente matará a muchos más mexicanos que el propio virus.

Sería fácil culpar a la prensa por exagerar el problema, quizá de forma irresponsable. También sería sencillo denunciar a los políticos por hacer caso a la prensa o al revés. Pero tendríamos que preguntar algo: ¿Hasta cuando va a seguir la gente echando la culpa a los demás evadiendo su responsabilidad?

¿Cuántos se tomaron la molestia de comparar las cifras que eran públicas y accesibles con las que daba la prensa?¿Cuántos decidieron formar su propio criterio en lugar de confiar ciegamente en las autoridades?¿Quién tiene la culpa de que la gente se deje guiar por las élites como si fueran un rebaño de ovejas?

Los brujos

Una imagen del brujo de Palenque decora los pasillos del Hotel Villas Arqueológicas y hace que recuerde mi visita del año 2009, con el extraño guía que se llamaba como yo y que hablaba de viajes en el espacio y en el tiempo.
Imagen del brujo de Palenque que 
decora los pasillos del Hotel Villas 
Arqueológicas que hace que recuerde 
mi visita del año 2009 a Chichen, 
con el extraño guía que se llamaba 
como yo y que hablaba de viajes en 
el espacio y en el tiempo.
En este contexto, en el turbulento 2009, visité Chichén Itzá por primera vez. 

En la entrada de la ciudad se nos acercó un hombre con gorra y gafas negras que se ofrecía para ser nuestro guía.

Cuando miré su credencial observé que ponía: José Francisco Sánchez. Al ver que se llamaba como yo le dije que sí sin preguntar el precio.

Para este guía Chichén Itzá no era un montón de piedras rodeadas de selva. Para él la ciudad había sido construida por brujos procedentes de otra dimensión que iban y venían a las estrellas.

Sus mayas construían las pirámides moviendo las piedras con la mente y después las cargaban de energías poderosas. Afirmaba que los itzáes eran viajeros del tiempo y que en nuestros días muchos comenzarían a regresar para reunirse en Chichén Itza.

Las cosas que decía hicieron que sintiera esa extraña sensación de mareo, parecida al miedo, que solemos tener cuando nos enfrentamos a ideas diferentes a las nuestras. Esa inquietud que nos produce lo nuevo o lo que no comprendemos.

Cuando pasábamos junto a unos puestos donde los vendedores ofrecían recuerdos para turistas una fuerte ráfaga de viento se levantó y vi en cámara lenta como un objeto se descolgaba y caía volando a mis pies. Se trataba de la imagen de un h-men o chamán maya fumando tabaco. Un año después contemplé el original en la ciudad de Palenque, en Chiapas.

Para despedirse, José Francisco, nos dijo que recordáramos que la ciudad que teníamos detrás no era una ciudad, que era una máquina para procesar energía y comunicarse con otros planetas. Después de decir esto se quitó la gorra, se levantó las gafas negras de sol, me miró con una mirada extraña y se marchó.

Los guardianes

Nuestro guía afirmaba que los itzáes eran viajeros  del tiempo y el espacio y que en nuestros días  comenzarían a regresar para reunirse en Chichén
Nuestro guía afirmaba que los itzáes 
eran viajeros del tiempo y el espacio 
y que en nuestros días comenzarían 
a regresar para reunirse en Chichén
Una imagen del brujo de Palenque decora los pasillos del Hotel Villas Arqueológicas y hace que recuerde mi visita del 2009.

La imagen me hace recordar al extraño guía que se llamaba como yo y que hablaba de viajes en el tiempo y el espacio.

Caminamos a Chichén Itza entre los enormes árboles y siento la emoción de caminar de nuevo entre sus muros.

En nuestra visita no sucede nada extraño ni paranormal. Tampoco contrataremos un guía porque saldremos rápido para encontrarnos con José Kahuil Can, nuestro guía en Ek Balam quién nos mostrará algunos lugares fuera del circuito turístico.

José nos recibe en la entrada de Ek Balam sentado en una moto. Lo seguimos por una estrecha carretera cruzando pequeñas comunidades de la selva.

Antes de salir paramos en su pueblo para comprar miel de uno de los productores locales. Una familia nos atiende en su casa y nos vende una miel exquisita. Pienso que es una pena que Yucatán haya permitido la construcción de grandes carreteras que matarán gran infinidad de animales y destruirán las economías locales que antes vendían a los turistas que pasaban por los pueblos.  

Pero estamos en la sociedad de la prisa, una prisa que nos lleva cada vez más rápido a ninguna parte.

Nuestra visita comenzará visitando un cenote muy poco conocido. En la entrada nos recibe un gatito que al vernos se tira boca arriba con las patas abiertas pidiendo cariño. Le doy un masaje bastante largo hasta que se cansa.


Una turista me ve y comenta que está sorprendida de que el gato sea tan amigable. Ella pensaba que todos los gatos eran salvajes y no se dejaban tocar.

Le digo, sin animo de ofender, que los animales son como sus dueños, ni más ni menos. Si el animal es agresivo es porque su dueño también lo es, y si el dueño no cuida su salud el animal se enfermará también. Los animales son un reflejo de sus amos.

Para los mayas las cuevas son sagradas. Debido a esto siempre que se va a abrir una cueva al público un h-men o chamán debe bendecir el lugar y pedir permiso a sus guardianes.

La guardiana de estas cuevas es la serpiente mítica Tzu Can. Tzu significa mechón de pelo y Can serpiente. Se afirma que esta serpiente peluda tiene cabeza de caballo y cuando no se le trata con respeto puede ser mortal.

Mientras nos bañamos solos en el cenote  pienso que en sus profundidades, en los  profundos abismos de Yucatán está la  Tzu Can, la serpiente peluda con cabeza  de caballo y doy gracias porque esta tarde  ¡parece que no tiene ganas de comer!
Mientras nos bañamos solos en el 
cenote pienso que en sus profundidades, 
en los profundos abismos de Yucatán 
está la Tzu Can, la serpiente peluda con 
cabeza de caballo y doy gracias porque 
esta tarde ¡ no tiene ganas de comer!
En una hacienda camino de Mérida se abrió un cenote para que la gente fuera a bañarse. "Por la tarde el agua burbujeaba una vez, y la gente no se salía, de repente había un segundo aviso, más burbujas en el agua, y al tercer burbujazo a los que no salían del agua se los tragaban".

Cuando la serpiente comenzó a tragar gente, el dueño del cenote, un cazador, dijo que la esperaría para matarla. Sus amigos le recomendaron que no se enfrentara a la Tzu Can pero el señor no hizo caso.

Al día siguiente, después del "tercer burbujazo", el cazador sacó a las personas del cenote y cuando la enorme serpiente apareció le pegó dos tiros que de nada sirvieron.

Días después el cazador moría de una intensa fiebre y se avisaba al gobierno para que el cenote se cerrara al público.

Mientras nos bañamos en el cenote pienso que en sus profundidades, en los oscuros abismos de Yucatán, está la serpiente peluda Tzu Can y doy gracias porque esta tarde ¡parece que no tiene ganas de comer!

El gatito

A nuestro guía le divierte mucho ver como los  turistas que vienen de Norteamérica y Europa  reaccionan cuando ven un simple ciempiés. Le  explico que, aunque parezca mentira, en muchos  lugares de Europa y Norteamérica se usan tantos  venenos, insecticidas y agroquímicos que se ha  perdido la diversidad animal y por eso muchas de estas personas nunca han visto un ciempiés.
A nuestro guía le divierte mucho ver 
como los turistas que vienen de 
Norteamérica y Europa reaccionan 
cuando ven un simple ciempiés. Le
explico que, aunque parezca mentira, 

en muchos lugares de Europa y 
Norteamérica se usan tantos venenos, 
insecticidas y agroquímicos que se ha
perdido la diversidad animal y por eso 

muchasde estas personas nunca han 
visto un ciempiés.
Después de salir del cenote nos encontramos con un ciempiés de color amarillo y negro enorme. Nuestro guía maya se ríe al ver que reaccionamos como si hubiéramos visto un extraterrestre o algo similar.

Nos comenta que le divierte mucho ver como reaccionan los turistas que vienen de Norteamérica y Europa cuando ven un simple ciempiés.

Le explico que, aunque le parezca mentira, en muchos lugares de Europa y Norteamérica se usan tantos venenos, insecticidas y agroquímicos que se ha perdido la diversidad animal. Por eso muchas de estas personas nunca han visto un ciempiés.

Mi hermano le cuenta que cuando eramos niños jugábamos a corretear conejos intentándo atraparlos con las manos. Hoy en muchos lugares ya casi no se ven.

También le contamos que incluso las abejas están desapareciendo debido a la deforestación, los monocultivos y los agroquímicos.

Caminamos hacia el coche para regresar a Chichén y el gatito se viene con nosotros. Un jóven aparece en una moto con dos perros que comienzan a ladrar y a perseguir al gatito que huye a gran velocidad.

El felino gira a la izquierda tras de unos matorrales y tras él giran la moto y los dos perros, están muy cerca y parece que lo van a alcanzar. Aceleramos nuestro paso preocupados por saber que habrá pasado. ¿Habrán atacado los perros al gatito?¿Estará bien el pequeño animal?

La mente, igual que puede ser maravillosa, muchas veces es una gran limitación porque juzga al mundo por sus limitados conocimientos. Nuestras preocupaciones son absurdas porque al llegar ¡encontramos al gatito jugando con los dos perros!

Su dueño nos cuenta que son buenos amigos y siempre "se la pasan" jugando. Los perros, que nosotros imaginábamos atacando al gatito, le ladraban para saludarlo y el gatito, que creíamos que huía de los perros, corría porque su juego favorito es que los perros lo persigan.




El tigrillo

De todas las virtudes de los indígenas mesoamericanos la más admirable es su respeto por los animales y la naturaleza. Para los indígenas la vida salvaje es sagrada.

Tristemente muchos indígenas comienzan a sufrir la colonización europea y la naturaleza ahora es para ellos una enemiga y los animales sus presas.

Un día, mientras exploraba la selva con su abuelo, nuestro guía encontró tres cachorritos de trigre de monte llorando. Junto a ellos estaba su madre muerta de varios disparos.

Los cazadores le habían dado unos balazos, no para llevársela ni para usar su piel, tampoco porque fuera peligrosa, la habían matado por el gusto de matarla, como hacen tantos cazadores hoy día.

Una mantos religiosa en Chichén Itzá. Para  nuestro guía los mayas construían las pirámides  moviendo las piedras con sus mentes y después  las cargaban de energías poderosas. Afirmaba  que los itzáes eran viajeros del tiempo y que en  nuestros días muchos comenzarían a regresar  y a reunirse en Chichén.
Una mantis religiosa en Chichén Itzá. 
Para nuestro guía los mayas construían 
las pirámides moviendo las piedras con 
sus mentes y después las cargaban de 
energías poderosas. Afirmaba que los 
itzáes eran viajeros del tiempo y que en
nuestros días muchos comenzarían a 

regresar y a reunirse en Chichén.
El gusto de los europeos por matar animales salvajes no es ningún secreto. Me han dicho en varios lugares que he visitado que algunos practicantes de "caza deportiva" occidentales son capaces de pagar grandes cantidades de dinero por disparar a los animales exóticos y en peligro de extinción.

Dos buenos ejemplos de esto son las imágenes del rey de España con un elefante muerto o la foto del príncipe Harry de Inglaterra con el cadáver de un búfalo. Ambos son importantes "ecologistas" y en el caso del príncipe inglés, sólo unos días antes de tomarse la imagen, había aparecido en un evento internacional pidiendo "proteger a la fauna salvaje de África". Este es el mundo en el que vivimos: decimos una cosa y hacemos exactamente lo contrario.

Nos cuenta nuestro guía que su abuelo tomó las tres crías de tigrillo que lloraban junto a su madre muerta y se los llevaron a su casa. De los tres sólo uno sobrevivió. Este tigrillo se crió como un gato más de la familia y se quedó a vivir con ellos en la casa del pueblo.

Los mayas, a diferencia de los habitantes de las ciudades modernas, no viven enjaulados en apartamentos como si fueran gallinas ponedoras. En sus casas hay jardines, huertos y grandes árboles.

Irónicamente, y no es una broma, la ONU llama "subdesarrolladas" a las comunidades agrícolas que viven en armonía con la naturaleza, comiendo comida sana, sin contaminar y viviendo humildemente.

Una tortuga en una pared de Chichén Itzá. El dios maya del maíz nació de una tortuga.
Una tortuga en una pared de Chichén 
Itzá. El dios maya del maíz nació de 
una tortuga.
A los habitantes de la ciudad, que viven hacinados en pisos sin ventilación, trabajando catorce horas al día para sobrevivir y produciendo grandes cantidades de basura, esta misma organización los llama "desarrollados". Yo a esto no le encuentro sentido.

El tigrillo creció y se puso hermoso, vivía en la casa del pueblo sin meterse con los vecinos y era bastante cariñoso como cualquier otro gato. Su lugar favorito para dormir era la rama más alta del árbol que hay sobre la casa. Pero la "civilización" europea ha llegado a Yucatán y los tigrillos, como los demás animales, ya no son hermanos de los mayas.

Un cazador que pasó por el pueblo vio al tigrillo, inofensivo y domesticado, durmiendo en el árbol donde siempre le gustaba dormir. No estaba atacando a nadie ni era una amenaza. El cazador, a sangre fría, le pegó un tiro, el animal cayó al suelo herido de muerte, el cazador lo remató y se fue a una licorería a emborracharse.

El crecimiento

Para este guía la ciudad de Chichén Itzá no son  un montón de piedras rodeadas de selva. Según  él había sido construida por brujos procedentes de  otra dimensión que iban y venían de las estrellas.
Para este guía la ciudad de Chichén 
Itzá no era un montón de piedras 
rodeadas de selva. Según él había 
sido construida por brujos procedentes 
de otra dimensión que iban y venían 
de las estrellas.
Regresamos a Chichén Itzá y nos sentamos en la terraza del hotel. El restaurante está junto a la piscina.

Los hoteles Villas Arqueológicas tienen una piscina que viene muy bien para refrescarse después del largo día subiendo pirámides y caminando por la selva.

Una grupo de turistas franceses llega al hotel en autobús.

Cuando llegué a América hace quince años distinguía fácilmente a los europeos porque eran delgados y a los norteamericanos porque eran gordos u obesos.

Pero los tiempos han cambiado y hoy es imposible distinguir a unos de otros, todos están gordos.

Cuando comienzan a hablar veo que los turistas son franceses. De un grupo de veinte sólo dos adolescentes no están gordos u obesos.

No hace falta ser profeta para adivinar que la mayoría de estas personas, si no cambian sus hábitos, sufrirán graves problemas en las rodillas y espalda, diabetes, colesterol y muchas otras enfermedades. Si no se mueren de un ataque al corazón, la mayoría acabará en sillas de ruedas sin poderse mover.

Estos franceses, como mis compatriotas españoles, son un buen ejemplo del tan afamado "crecimiento" europeo. Si miras las cifras de obesidad europeas y las comparas con las de hace unas décadas podrás ver que no exagero. Pero además de la obesidad, desde la fundación de la comunidad europea hay muchas otras cosas que no han parado de "crecer".

En España, mi país natal, han crecido la pobreza, la enfermedad, la desigualdad social, la deuda de los países, las ganancias de los banqueros, la corrupción, los desempleados, la fortuna de los millonarios, la falta de democracia, el número de jóvenes sin futuro, la desertización y la injusticia.

Contemplando como la piscina se desborda cada vez que uno de los enormes franceses se tira al agua, me toca admitir que hay algo en lo que los políticos europeos no han mentido y en lo que tienen toda la razón: en que Europa y los ciudadanos europeos ¡no paran de crecer!



Sitios recomendados
Chichén Itzá
Hotel Villas Arqueológicas
Grutas de Calcehtok (Cerca de Oxkintok)
Lodge de Uxmal  
Ek Balam
Uxmal

Fuentes consultadas y adicionales
Muertes por contaminación en México
España país con mayor tasa de obesidad de Europa
Prince Harry, the buffalo killer (En inglés)
El rey que cazaba elefantes
La obesidad en Europa amenaza con convertirse en pandemia
El creador del Tamiflú lanzó sospechas de que la gripe "A" se escapó de un laboratorio.
H1N1 influenza virus killed 18.631 lab confirmed (En inglés)
Cifras anuales, mundiales, causas, datos de OMS
Concerning Tortoises & Turtles (En inglés)
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