La casualidad

La suerte

Nuestro plan este viaje a era ir al parque natural Monfrague y el monasterio de la Virgen de  Guadalupe pero estas visitas deberán esperar.  Oyendo la fascinante historia del Cristo Negro  comprendo que la "casualidad" está brindando  una oportunidad única que hay que aprovechar.
Nuestro plan este viaje a era ir al parque natural
Monfrague y el monasterio de la Virgen de
Guadalupe pero estas visitas deberán esperar.
Oyendo la fascinante historia del Cristo Negro
comprendo que la "casualidad" está brindando
una oportunidad única que hay que aprovechar.
Mi aventura comienza cuando el plan de visitar la ciudad castellano-leonesa de Zamora falla al último momento y como alternativa reservo un hotel en Cáceres, Extremadura.

El lugar está en la Plaza Mayor y tiene una vista magnifica que me permitirá tomar fotos de la ciudad medieval.

Me siento con mi hermano y su pareja en un restaurante para almorzar y en cuestión de segundos comenzamos los tres a estornudar.

No nos hace falta buscar mucho para ver que muy cerca de nosotros una persona está "limpiando"con una gran cantidad de químicos.

A la costumbre obsesiva de usar gran cantidad de detergente de forma innecesaria la llamo la "fiebre higiénica". Esta "fiebre", que está de moda en todo el mundo, consiste en ver quién contamina más la tierra echándole detergentes y lejías.

Nos vamos a otro sitio pero la "fiebre higiénica" nos persigue. Nos sentamos en la terraza de un bar y el camarero, para agradarnos, "limpia" la mesa usando un trapo chorreando de detergente que deja un fuerte olor a lejía.

Como no queremos degustar un delicioso jamón de pata negra extremeño con sabor a lejía nos levantamos y nos vamos a otro restaurante.

A estas alturas podrías pensar que este texto estuviera dedicado a poner quejas de los restaurantes de Cáceres. Nada más lejos de la realidad. Cáceres es un lugar estupendo para comer que tienes que visitar. Si sigues leyendo comprenderás porqué "un día malo" lo tiene cualquiera.

En el restaurante siguiente un camarero nos dice que tenemos que esperar. Afortunadamente en la plaza quedan unos cuantos árboles y evitamos meternos debajo de una de las infernales sombrillas de los bares.

Las multinacionales de pócimas y brebajes están cambiando los árboles de las ciudades españolas por sombrillas de plástico.

Tras un paseo por la ciudad medieval llegamos  a la Iglesia de Santa María la Mayor donde  unas personas decoran un paso con la imagen  de la Virgen de los Dolores.
Tras un paseo por la ciudad medieval llegamos
a la Iglesia de Santa María la Mayor donde
unas personas decoran un paso con la imagen
de la Virgen de los Dolores.
Las sombrillas son estupendas para sus intereses porque cuando se calienta el plástico provocan un "efecto invernadero" que hace que la gente tenga que beber mucho más y encima las usan para poder llenar las ciudades con su publicidad.

A la sombra del árbol damos las gracias a Dios a que los demonios que andan sueltos con las motosierras por España no han llegado todavía a esta plaza.

La "suerte" parece empeñada en ponernos a dieta y después de una hora esperando el camarero ¡le da la mesa a un grupo de personas que acaba de llegar!

Pensarás que ya hemos llegado al límite de nuestra paciencia y estamos insultando al camarero o amargándonos la vida. Si lo piensas bien: ¿Qué ganaríamos enfadándonos con el camarero?¿Merece la pena amargarse la vida por un detalle tan insignificante?

En lugar de enojarnos y protestar, como haría una persona "normal", cambiamos nuestros planes y decidimos disfrutar visitando la impresionante ciudad de Cáceres dejando el hambre para la cena.

Tras un paseo por la ciudad medieval llegamos a la Iglesia de Santa María la Mayor donde unas personas decoran un paso con la imagen de la Virgen de los Dolores.

Saco la cámara y cuando intento tomar una imagen aparece un fotógrafo que me tapa. Creyendo que es "casualidad" me voy para la izquierda, pero él se va para la izquierda, y me voy para la derecha y él se va para la derecha. ¡Está evitando que tome fotos!

A pesar de estar en lugar sagrado, Dios me perdone, decido "jugar" con el fotógrafo a llevármelo de un lado para el otro. Y así me voy para la izquierda y él se va hacia la izquierda, y me voy hacia la derecha y él va para la derecha.
El hotel está en la Plaza Mayor y tiene una
vista magnifica que me permitirá tomar fotos
de la ciudad medieval y las procesiones

Este juego trae a mi mente un texto del Tao te King del sabio chino Lao Tse que dice:
 ¿Cómo se convierte el mar en el rey de todos los ríos?
¡Porque está más abajo de ellos!
Por ello es el rey de todos los ríos.
En consecuencia, el Sabio gobierna a la gente rebajándose en su discurso;
La dirige poniéndose detrás.
Así pues, cuando el Sabio está sobre la gente, ésta no siente su peso;
y cuando está al frente nadie se siente herido.
Por lo tanto, todo el mundo está contento de facilitar su progreso sin cansarse de él.
Como no lucha contra nadie, nadie puede luchar jamás contra él.

El fotógrafo quiere a la Virgen para él solo así que decido cambiar de tercio sacando la grabadora para hacer unas entrevistas.

Pregunto a un señor que entra con un ramo de flores que si puedo entrevistarlo y me dice que él no tiene mucho que contar, que "debería preguntar por Alonso el del Cristo Negro".

Nada más terminar estas palabras mira hacia la entrada de la iglesia y me dice: Mire que bueno señor, ha tenido usted "suerte". Por ahí viene Alonso, el del Cristo Negro. Él es a quién usted tiene que entrevistar."

En ese momento comprendo porqué hacía tanto calor en la Plaza Mayor; y porqué el camarero echó tanta lejía en la mesa del bar de tapas; y porqué el restaurante nos dejó sin mesa; y porqué el fotógrafo no me dejaba tomar fotos.

Sin todas esas coincidencias, sin la intervención de esa fuerza que los ateos llaman "suerte" o "casualidad", yo no estaría ahora en este lugar y en el momento justo para descubrir la fascinante historia del Cristo Negro de Santa María.

La casualidad

Durante la entrevista, Alonso Corrales Gaitán,  mayordomo de la Cofradía del Cristo Negro, nos cuenta una historia fascinante sobre esta  imagen que trajeron los templarios a Cáceres  en su huida de Europa a Portugal el siglo XIV.
Durante la entrevista, Alonso Corrales Gaitán,
mayordomo de la Cofradía del Cristo Negro,
nos cuenta una historia fascinante sobre esta
imagen que trajeron los templarios a Cáceres
en su huida de Europa a Portugal el siglo XIV.
Durante la entrevista, Alonso Corrales Gaitán, mayordomo de la Cofradía del Cristo Negro,
nos cuenta una historia fascinante sobre este Cristo Negro que trajeron los templarios a Cáceres en su huída de Europa en el siglo XIV.

Nuestro plan este viaje a era irnos al parque natural Monfrague y el monasterio de la Virgen de Guadalupe pero estas visitas deberán esperar.

Escuchando la fascinante historia del Cristo Negro comprendo que la "casualidad" me está brindando una oportunidad que tengo que aprovechar.

En la entrevista me olvido preguntar a Alonso Corrales Gaitán algunos detalles importantes y decidimos buscarlo al día siguiente.

Lo único que sabemos es que trabaja en una oficina en la parte antigua de la ciudad y vamos a buscar de oficina en oficina a ver si lo encontramos.

Cuando vamos a llamar a la primera puerta llega una persona en una moto pequeña, se quita el casco y ¡resulta que es Alonso! ¡"Casualmente" estábamos a punto de llamar en la oficina donde trabaja!

Al día siguiente, siguiendo sus recomendaciones, llegamos a la iglesia mucho tiempo antes de que comience la procesión para fotografiar la salida del Cristo Negro.

Sin la intervención de esa fuerza que los ateos  llaman "suerte" o "casualidad", yo no estaría  en el lugar y en el momento justo para  descubrir la fascinante historia del  Cristo Negro de Santa María.
Sin la intervención de esa fuerza que los ateos
llaman "suerte" o "casualidad", yo no estaría
en el lugar y en el momento justo para
descubrir la fascinante historia del
Cristo Negro de Santa María.
Después de una hora esperando, con la plaza llena de gente, un policía local se acerca y nos dice que tenemos que salir de la zona de los fotógrafos y ponernos detrás con el resto de la gente.

Le comento que tenemos el permiso de la hermandad y le muestro mi credencial. Sin embargo al policía no le interesan mis explicaciones.

Poniendo una sonrisa sarcástica me dice que me salga o que me sacará "por la fuerza si es necesario". Yo le digo que no me salgo y se va a buscar a sus compañeros.

En lugar de una lógica preocupación yo siento una extraña tranquilidad. Se que no va a pasar nada y le digo a mi hermano que no se preocupe, que no nos sacarán. Se que tantas coincidencias no pueden ser "casualidad".

Un segundo antes de que lleguen los policías se produce un milagro y llega Antonio Corrales Gaitán, el hermano de Alonso, al cual entrevistamos también sobre la historia del Cristo Negro. Nos ha reconocido y se ha acercado a preguntarnos si necesitamos algo.

Yo respiro profundamente y sonrío porque acabo de comprender que el Jueves Santo, en la procesión del Cristo Negro, la "casualidad", y no la policía, es la única autoridad. 

A continuación el audiovisual sobre el Cristo Negro que hice gracias a esa
fuerza desconocida que los ateos llaman "casualidad" y los religiosos "providencia"


Para más información sobre la Hermandad del Cristo Negro
Facebook - Cristo Negro de Cáceres
Página de la Hermandad del Cristo Negro

Lugares recomendados 
Hotel Casa Don Fernando
Cáceres, Extremadura
Iglesia Concatedral de Santa María

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