Viaje al Centro del Universo. Parte 1: Vivir cien años

Vivir cien años

Atardecer en Santiago de Querétaro. La ciudad fue fundada tras de la conquista de la Gran Tenochtitlan por un indígena otomí llamado Conín. Este indio huyó con treinta familias lejos del dominio español para evitar vasallaje y al mismo tiempo practicar libremente el culto a la madre naturaleza y a sus dioses
Atardecer en Santiago de Querétaro. La ciudad
fue fundada tras de la conquista de la Gran
Tenochtitlan por un indígena otomí llamado
Conín. Este indio huyó con treinta familias
lejos del dominio español para evitar vasallaje
y al mismo tiempo practicar libremente el
culto a la madre naturaleza y a sus dioses
Mi viaje al Centro del Universo comienza en Santiago de Querétaro, México. Lo he llamado así porque durante este viaje visitaré Wirikuta, la tierra sagrada de los indígenas Wirárika, en Real de Catorce, un pueblo del estado de San Luis Potosí. El corazón de este lugar mágico es el Te'akata: El ombligo o centro del universo.

Vemos el atardecer caminando por el Querétaro colonial y nos sentamos en una terraza a tomar una infusión.

Nos atiende una mujer joven que parece tener unos cuarenta años. Como la cafetería está muy tranquila comenzamos a conversar.

Cuando la mujer ve que traenos nuestro propio bote de miel de abeja nos explica que mi hermano y yo le recordamos mucho a su padre, un indio Yaqui de la Huasteca que igual que nosotros se deja el pelo largo. Pero que además, igual que nosotros, siempre lleva su propia miel allá donde va.

Al llegar al centro de Querétaro el indígena chichimeca nos recibe con un imponente arco iris. Me pregunto qué hubiera sucedido en el mundo si los indígenas no hubieran sido conquistados. ¿Hubieran estos seres humanos destruido a la naturaleza y al planeta igual que lo hicieron y lo está haciendo la cultura europea occidental?
Al llegar al centro de Querétaro el indígena
chichimeca nos recibe con un imponente
arco iris. Me pregunto qué hubiera sucedido
en el mundo si los indígenas no hubieran
sido conquistados. ¿Hubieran estos seres
humanos destruido a la naturaleza y al
planeta igual que lo hicieron y lo está
haciendo la cultura occidental?
Después, la sonriente mujer me pide que adivine su edad y convencido de acertar le digo que tiene como yo, más o menos cuarenta. Ella sonríe y dice que no con la cabeza. Y no, no tiene cuarenta años ¡Tiene 57!

Para entender como esta mujer puede tener 57 y aparentar cuarenta, sólo hay que saber que su padre tiene 119 y su madre 111, que ambos tuvieron 19 hijos, y que los dos ancianos siempre andan de buen humor y trabajan hasta el día de hoy.

Con 119 años, su padre va cada día a trabajar al huerto, y ahí, ayudado por sus hijos, cultiva verduras y frutas para el consumo de la familia. A las cinco de la mañana este hombre despierta a sus hijos, algunos con mas de 60, mientras les recuerda que hay que estar siempre en movimiento cuando salga el sol. En el campo, si te levantas temprano, trabajas y eres humilde no te mueres de hambre. La tierra siempre da para todos.

Tras la conquista, bajo el mando de la iglesia   católica y el rey alemán Carlos V, comenzó la   persecución de la cultura indígena americana
Tras la conquista, bajo el mando de la iglesia 
católica y el rey alemán Carlos V, comenzó la 
persecución de la cultura indígena americana
Su madre, con 111, prepara su café natural, hace las tortillas y después trabaja haciendo artesanías. Los días que hay mercado, esta anciana, que me dobla la edad, camina sola a las comunidades cercanas cargando la cesta llena de sus productos para vender.

Emocionado le pido que nos revele el secreto para vivir más de cien años con esa energía y salud. ¿Qué hay que hacer para vivir más de cien años?.

La norma principal de su padre es levantarse antes de que salga el sol. Uno no debe quedarse quieto y siempre debe que estar haciendo cosas de provecho.

Además, su padre cuida la dieta y come sólo cosas naturales. Café orgánico, miel de abeja, mucho ajo y cebolla, jenjibre y nunca ha probado la comida enlatada o empaquetada.

Nos comenta que en los pueblos y ciudades la gente parece enferma. -Se les nota que están enfermos porque no sonríen, están muy serios-. Cree que la gente muere tan joven por los humos de los coches, las comidas que saben a plástico y los químicos que se usan. Comer mal, encima, los pone nerviosos y siempre están enojados.

Y entonces, después de conocer la historia de sus padres centenarios le cuento la historia de Isabel Alarcón "Chabelita", una anciana que conocí en un asilo de ancianos y que también llegó a cumplir los cien años.

La historia de Chabelita

De estar frente la imagen de los indígenas Chichimecas ofrendando copal y música a Tonantzin, la madre tierra, pasamos a la ciudad europea y la magia desaparece.
 Entender la obsesión occidental por cortar árboles, envenenar el medioambiente o matar animales sería muy importante para la súpervivencia de la humanidad. El único problema que encontramos en Querétaro es la forma en la que están cortados los árboles que hace que no den sombra, las calles se calientan mucho y durante el día hace un calor difícil de soportar.
De estar frente la imagen de los indígenas
Chichimecas ofrendando copal y música a
Tonantzin, la madre tierra, pasamos a la
ciudad europea y la magia desaparece.

Entender la obsesión occidental por cortar
árboles, envenenar el medioambiente o matar
animales sería muy importante para la
supervivencia de la humanidad. El único
problema que encontramos en Querétaro es
la forma en la que están cortados los árboles
que hace que no den sombra, las calles se
calientan mucho y durante el día hace
un calor difícil de soportar.
El día que avisé en el asilo que iba a hacer un reportaje sobre Chabelita, me avisaron que Isabel Alarcón, tenía demencia senil y que no se podía hablar con ella con coherencia.

Me dijeron que si quería podría intentarlo pero me pidieron que tuviera cuidado: Chabelita podría pegarme con su bastón.

Durante la primera entrevista, Chabelita conversó con naturalidad, cantó canciones y sonrió, se lo estaba pasando muy bien. 

No me pareció que estuviera loca. Repetía algunas cosas o se le olvidaban otras, pero a todos nos pasa eso, incluso a los jóvenes.

Antes de cumplir sus cien años pregunté a Isabel Alarcón por su secreto para llegar a una edad tan avanzada con tan buena salud. Después de reír a carcajadas me dijo estas palabras: "El ser humano es como un molino y para durar muchos años hay que estar siempre en movimiento, brincar, correr, andar, subir escaleras, bajarlas...pero siempre moviéndose". 

Chabelita, aunque era la más anciana, era la única que bajaba sola las escaleras. Se acompañaba de un bastón y sus movimientos eran muy lentos, cada paso le llevaba mucho tiempo, pero con paciencia siempre llegaba a sentarse en su silla favorita o a tomar agua de la cocina.

Uno de los días estaba tomándole fotos bajando por las escaleras cuando una de las enfermeras la vio y se puso a gritarle. -¡Bajese usted por el ascensor Chabelita, mire usted que se puede caer! Cuando la enfermera se acercó para ayudarla, la anciana, con un manejo del bastón excepcional y agarrada al barandal de las escaleras lanzó al aire un buen golpe con el bastón. -No quiero que me ayude, yo puedo bajar sola, ¡fuera!. Dijo enojada la anciana mientras amenazaba a la enfermera con su bastón. Una de las mujeres que estaba junto a mí dijo: -Pobre Chabelita, la mujer ya tiene la demencia senil y no se deja ayudar, mira que si se cae...

Al día siguiente, sentados en la calma del hermoso patio del asilo, le pregunté a Chabelita por qué pegaba a las enfermeras si ellas sólo querían ayudarla. Y entonces Isabel Alarcón me reveló el más importante de sus secretos. -Les pego con el bastón porque no me dejan hacer las cosas sola y si las dejo que me ayuden o me sienten en la silla de ruedas ya no me levanto más. Tengo que mantenerme en movimiento.

Me contó que había notado que la mayoría de las mujeres llegaban al asilo caminando y bien de salud, pero que después, poco a poco se acostumbraban a que las enfermeras hicieran las cosas por ellas y a usar el ascensor por lo que de hacer poco ejercicio acababan en la silla de ruedas. -Las que se sientan en la silla de ruedas ya no se levantan más. Dijo la anciana dejándome sin habla.

En ese momento el concepto de la realidad cambió completamente, Chabelita era una persona totalmente cuerda defendiéndose con su bastón de una realidad absurda. Ese día comprendí que el alzheimer y la demencia senil lo provocan, en gran parte, además de los químicos en la comida, la falta de amor y la perdida de respeto que sufren los ancianos en nuestra sociedad. 

Otro de los edificios coloniales que se pueden observar en Santiago de Querétaro.
Otro de los edificios coloniales que se
pueden observar en Santiago de Querétaro
.
Cómo las personas auténticas no se dejan engañar, Chabelita, el día que proyectamos el audiovisual con su historia en el asilo Chabelita negó rotundamente a verlo.

Cuando le preguntamos por qué no quería ver mi vídeo respondió que ella no veía televisión, qué los periodistas eramos todos unos mentirosos y que decíamos pura mentira.  Tras decir esto me lanzó un golpe con el bastón que casi me alcanza.


Las enfermeras, viendo que me había lanzado un bastonazo comenzaron a recriminar a la anciana escandalizadas, mientras que yo no podía parar de reírme a carcajadas.

Ante la sorpresa de todos, admití a Chabelita que tenía razón, que entendía que estuviera tan enfadada con los periodistas y la televisión. Y que como ella bien decía la prensa publica, muchas veces, puras mentiras.

No obstante le pedí que nos perdonara, porque no somos malas personas ni lo hacemos a propósito. Le expliqué que muchas veces los periodistas se ven obligados a reportar sobre cosas que no conocen, publicar cosas que les ordenan sus jefes y además, como son humanos, también se equivocan. La anciana, nada interesada en lo que estaba diciendo, intentó darme de nuevo con el bastón.
Isabel Alarcón 'Chabelita' en 
la fiesta de su cien cumpleaños

Unos minutos después, ya más calmada, Isabel permitió que me sentara a su lado y me contó porqué pegaba con el bastón a los periodistas de la televisión.

Cuando se quedó sin familia, Chabelita tuvo que vivir mucho tiempo en la calle, sola y abandonada. Pasó mucha hambre, mucho frío, no tenía ropa y no tenía ni lugar donde asearse.

Una mañana, mientras pedía en la calle, cansada y hambrienta, llegaron unas personas de televisión y le dijeron que querían entrevistarla, contó que la trataron muy bien, le compraron unos tacos y fueron muy amables con ella. La grabaron y se fueron, Chabelita se olvidó de ellos.

Unas semanas después, mientras estaba en un restaurante pidiendo monedas, Chabelita se vio en la televisión y me dijo que: -Estaban diciendo cosas feas sobre mi en la televisión y sobre la gente pobre. Eso era pura mentira lo que decían.

Al verse tratada así por la televisión se puso muy triste y se puso a llorar. Desde ese día, cada vez que veía a un periodista o a una cámara de televisión Chabelita intentaba alcanzarlos con el bastón.

Las mañanitas

Pasó un año hasta que tuve noticias de Chabelita de nuevo. A principios de diciembre me llamaron del asilo y me dijeron que preparaban una fiesta especial, el día 12, el día de Nuestra Señora de Guadalupe, íbamos a celebrar el 101 cumpleaños de Chabelita. Habría de comer, baile y cantaríamos las mañanitas.

Cuando me preparaba para salir hacia el asilo aquella mañana sonó el teléfono y me dijeron que tenían muy malas noticias: Chabelita había fallecido la madrugada anterior y no habría fiesta de cumpleaños.

Quizá lo que pasó es que, cansada de fiestas y ajetreo, Isabel Alarcón decidió no ir a su fiesta de cumpleaños y decidió morirse el día antes. Quizá lo que pasó es que Dios, como Chabelita nació el día de la Virgen del Tepeyac, decidió llevársela ese mismo día.

Lo único que podemos tener por seguro es que a Chabelita, que nació el día 12 de diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, le cantaron las mañanitas el día de su nacimiento y también el día de su entierro.Vino a este mundo con las mañanitas y se fue de este mundo con las mañanitas. Los hay que nacen bendecidos.

Chabelita, esa mujer desconocida que acabó en un asilo después de ser abandobada por su familia y tener que vivir en la calle mucho tiempo, fue una gran maestra y me enseño una importante lección: que no solamente hay que saber cómo vivir, sino que también hay que saber cómo morir.

Espero estar a su altura cuando llegue mi turno.

Si te gustan mis historias te recomiendo adquirir mis libros:
El curso de la vida: https://tocapartituras.org/partitura/el-curso-de-la-vida-libro-de-chico-sanchez/
La Profecía de los Jaguares: https://tocapartituras.org/partitura/la-profecia-de-los-jaguares-libro-de-chico-sanchez

Conoce mis proyectos en http://www.chicosanchez.com y http://youtube.com/ChicoSanchez

Puedes escuchar mi música en: https://tocapartituras.org/?s=chico+sanchez+musica

A continuación te invito a ver Mundo ahí te quedas...La historia de Chabelita


Fuentes consultadas y adicionales:
Municipio de Querétaro
La digestión: El órgano olvidado
Naturaleza crucificada
Obesidad y azúcar
La transición alimentaria y nutricional: un reto en el siglo XXI
Diario de un Observador. La nada
El Secreto de Wirikuta
Historia de la Fundación de Querétaro. México Desconocido 
La Historia de la Nación Chichimeca de Don Fernando de Alva Ixtlilxochitl
Wirikuta territorio sagrado en peligro. El Universal, México
Mundo ahí te quedas

Lugares recomendados
Librería El Alquimista (Querétaro)
 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...