Los Pancistas

Según él, los Pancistas son las personas que  "piensan con la panza, jamás usan la masa  encefálica y su visión no alcanza más allá  de su perímetro pancístico."
Los Pancistas son personas que
"piensan con la panza, no usan la masa
encefálica, ni ven más allá
de su perímetro pancístico."
Este año durante mi visita a Andalucía un anciano compartió conmigo su teoría de porqué nuestro mundo está tan mal y me dio permiso para publicarla en este blog sin revelar su identidad.

Según este sabio andaluz, la grave crisis que vive el mundo no es culpa de la política, ni de la religión, ni de los economistas, ni de los científicos, ni de ninguna otra ideología.

Setenta años de observación le han llevado a la conclusión de que la culpa de lo que pasa en el mundo la tiene un grupo que él conoce como Los Pancistas.

Según él, estos Pancistas son personas que "piensan con la panza, no usan la masa encefálica, ni ven más allá de su perímetro pancístico."

Según me explica, el Pancismo es la consecuencia de un antiquísimo invento romano conocido como el Pan y Circo, un sistema que inventaron los Patricios para controlar a las masas que consiste en "llenarle la panza a los Pancistas y entretenerlos con juegos deportivos para que se queden tranquilos y no te molesten."
 
El dios principal del Pancismo es el dinero y por eso los términos más sagrados para los Pancistas son regalado, barato o gratis: "Hablale de dinero a un Pancista y ya lo metiste en el bote". Me dice riéndose a carcajadas.

Los Pancistas no pueden ser derrotados porque  "más del 99% de la población tiene rasgos  panzisticos y sólo un loco afrontaría una  lucha tan desigual contra la masa Pancista."
Este secreto consiste en montar una paella dos
o tres semanas antes de las elecciones. Esta
paella debe "ir acompaña con unos barriles
de cerveza barata y unos altavoces con
música fuerte, ya que el ruido molesto le
encanta a los Pancistas."
Los Pancistas no pueden ser derrotados porque "más del 99% de la población tiene rasgos panzisticos y sólo un loco afrontaría una lucha tan desigual contra la enorme masa Pancista."

Si los Pancistas descubren que no piensas como ellos "te hacen el análisis pancístico, y a la manera de ellos, tú eres un gilipollas, un loco y un tonto, los listos siempre son ellos."

El sistema favorito del Pancismo es la democracia, sistema en el que los políticos prometen cosas gratis con el discurso: "Yo te voy a hacer, yo te voy a dar, yo te voy a traer, yo te voy a regalar..."

Pero para los Pancistas la democracia no es un sistema para que gobierne el mejor sino que las elecciones las usan para competir por el poder, el famoso 'quitate tú para ponerme yo".

Para vender su falsa democracia "los políticos Pancistas usan a la prensa que, además de servirles para manipular, actúa como una 'válvula' que sólo deja pasar la información que a los políticos les conviene."

Algunos ejemplos del populismo de los Pancistas son la asistencia a domicilio, las ayudas por desempleo, los regalos de casas, las subvenciones al campo.... "Estas ayudas son en teoría perfectas y parecen ser una política de izquierdas 100%". Pero en realidad la derecha y la izquierda no existen, y en realidad, estas ayudas Pancistas se dan para la compra de votos y no para beneficiar a la sociedad.

Por eso, si te fijas, "cuando se empiezan a dar las ayudas llegan Pancistas que no las necesitan, como el millonario que tiene una finca, o el rico que encima tiene una paga de 1500 euros, o el primo del alcalde, o el cuñado del director banco, y nadie les puede decir que no…porque todos son Pancistas y todos votan. Y sus votos y los de sus familiares también cuentan."

Los Pancistas no pueden ser derrotados porque  "más del 99% de la población tiene rasgos  panzisticos y sólo un loco afrontaría una  lucha tan desigual contra la masa Pancista."
Los Pancistas no pueden ser derrotados porque
"más del 99% de la población tiene rasgos
panzisticos y sólo un loco afrontaría una
lucha tan desigual contra la masa Pancista."
Otro ejemplo es que "si llega un Pancista rico a pedir una asistenta para su mujer, ellos deberían decirle: 'Mire usted, nosotros hemos hecho averiguaciones y sabemos que usted tiene mucho dinero y no lo necesita.' Pero como la asistenta social está manejada por Pancistas, pues le dicen al rico que no hay problema y le mandan la asistenta social."

El sistema Pancista se basa en la explotación así que es "un sistema en el que el Pancista multimillonario explota al Pancista burócrata y el Pancista burócrata explota al trabajador, y así sucesivamente...hasta que, al final, explotan todos."

Los Pancistas pobres, igual que los ricos, también explotan al sistema y "chupan del bote de las ayudas familiares, el desempleo, invalidez, o cualquier otro tipo de ayuda que le permita no 'pegar ni golpe' y poder 'jartarse' de cañas en el bar""

Por supuesto que "al político Pancista no le importa si las ayudas se desvían a personas que realmente no las necesitan, ni tampoco le interesa si esas ayudas traen beneficio para la comunidad. Al político Pancista lo único que le interesa es ganar las elecciones y tener a los Pancistas contentos para que le vayan a votar."

Después de mirar alrededor asegurándose de que no hay ningún Pancista cerca, el anciano me dice en voz baja que "este sistema de las subvenciones y ayudas sociales europeo ha creado una masa de parásitos, ilegales, estafadores, aprovechados y delincuentes Pancistas que 'mete miedo'."

Un político sale del ayuntamiento y el anciano lo señala con el bastón diciendome: "Mira como será la filosofía tienen estos Pancistas, que en nuestro pueblo había un alcalde, y un día dio la casualidad de que muchas personas aparcaron en la carretera que cruza el pueblo de tal forma que el tráfico se paró."

El Pancismo es consecuencia de un antiquísimo  invento de dominación romano conocido como  Pan y Circo, un sistema de control de masas que  consiste en ”llenarle la panza a los Pancistas  mientras los entretienes con juegos deportivos  para que se queden tranquilos y no molesten."
El Pancismo es consecuencia de un antiquísimo
invento de dominación romano conocido como
Pan y Circo,un sistema de control de masas que
consiste en ”llenarle la panza a los Pancistas
mientras los entretienes con juegos deportivos
para que se queden tranquilos y no molesten."
Y en ese momento "dice el alcalde, que estaba ahí al lado mío: 'Ojú, como venga la guardia civil verás la que se va a liar aquí.' Y entonces yo le digo: Pero hombre, que es lo que estás diciendo, esto es competencia tuya, esto es el casco urbano y eres tú, el alcalde, el que tiene que solucionar este problema."

Y entonces me "cabreo" y le digo: "¡Ah, yo se lo que tu quieres conseguir aquí!. ¿Sabes cuanto cobra un torero por matar a un toro? Cinco millones de pesetas. Y claro, para cobrar ese dinero, el torero tiene que torear. Pero tú lo que quieres es cobrar los cinco millones sin hacer nada y estarte en la barrera."

Y el alcalde se vio tan apurado que me dijo: "Tú lo que quieres es que la gente no me vote, pero te vas a quedar con las ganas."

Después de reirse de nuevo a carcajadas el anciano me explica que: "Cuando eligen a un candidato, la intención de los Pancistas siempre es obtener beneficios."

Pero nunca beneficios para la sociedad, ni beneficios como que se promueva la cultura, se ayude a sus vecinos más pobres o se siembren árboles frutales, no, no, no, no, no... Los beneficios que esperan los Pancistas tienen que ser siempre 'tocantes y sonantes'.

Si se observa bien:  en el sistema Pancista el político ni es político, ni es de izquierdas ni es de derechas, ni ná… el político es un tío que se apega ahí y dice: 'Aquí tengo yo mi futuro solucionao.' Y ya está..."

En Europa el Pancismo se ha perfeccionado  tanto "que ya no hay izquierda, ni derecha,  ni centro. Ahora sólo hay Pancismo.
En Europa el Pancismo se ha perfeccionado
tanto "que ya no hay izquierda, ni derecha,
ni centro. Ahora sólo hay Pancismo.
Señalando al ayuntamiento con su bastón el anciano dice: "Tu sólo tienes que ver el caso del nuevo alcalde que tenemos en el pueblo, que era de derechas, de toda la vida, y se presentó con la izquierda. Tienes que tener en cuenta que estos Pancistas no son tontos y nunca se presentan en partidos perdedores."

Este nuevo alcalde era "un estudiante que terminó la carrera de la universidad y no tenía trabajo ninguno, ni colocación y se puso ahí, y ahora cobra 3500 euros todos los meses y, como es diputado, a las ocho de la mañana hay un chofer esperándolo con un coche por si al señor diputado 'se le antoja' ir a algún lado."

Y visto esto:"¿Va a arriesgarse este estudiante a quedarse sin colocación, sin 3500 euros y sin chofer? ¡Pues claro que no! ¡El señor diputado hará lo que tenga que hacer para que los Pancistas le voten otra vez!


Sobre el tema de las elecciones me cuenta que "para los Pancistas, el político es como un limón que ponen ahí y lo exprimen hasta que ya no da más jugo, y luego, cuando lo han exprimido, lo cambian por otro." No importa de qué partido sea, de izquierda o de derecha, "el político siempre tiene que entrar en el perfil del Pancista."

Por ejemplo, a tí los Pancistas nunca te elegirían. Tu eres alguien radical, ellos saben que te atreverías a hacer cambios y pensarías en beneficiar a la comunidad. Por eso a tí los Pancistas no te tomarían del canasto de limones, ¡nunca jamás!. Estos Pancistas son muy listos y si llega uno con ideas no lo escogen. Ese limón se queda ahí y no le votan."

El pensamiento del Pancista normal es: El político me da viajes en autobús gratis, me da conciertos en la plaza gratis, me da 400 euros de ayuda, le da otros 400 a mi mujer y nos dan otros 400 por un niño que tengo en la casa porque he dicho que el niño es tonto y ni el niño es tonto ni una m…para él. ¿Y entonces para que me voy a preocupar yo por lo que le pase a mi comunidad?

Negando con la cabeza el anciano me dice que "este sistema de exprimir el canasto de limones traerá una hecatombe de cualquier tipo, una guerra, un desastre económico o una hambruna. Porque esto antes de la guerra civil era igual, esto no ha cambiado, entonces era exactamente igual. Porque antes de la guerra lo que había era una barbaridad de Pancistas aprovechándose del canasto de limones."

Según me cuenta, el gobierno Pancista que hubo antes de la guerra aprobó "una ley que le pusieron la ley de los 'alojados', y era una ley que decía que el que tenía una finca, según el número de metros, estaba obligado a contratar a un número forzoso de obreros."

Y le decían: "Mire usted, usted tiene una finca de tantos metros, usted tiene que contratar a seis tíos. Y se los metían ahí y el 99% de estos 'alojados' eran Pancistas, por lo que ni eran trabajadores ni eran tíos limpios ni ná. "

Y entonces 'se juntó el hambre con las ganas de comer' porque los dueños de las fincas eran Pancistas ricos y sinverguenzas, y los seis que le metían a trabajar también eran Pancistas y también eran sinverguenzas."

Y entonces "los Pancistas pobres, como sabían que iban patrocinados por el gobierno popular y sabían que el dueño de la finca no los podía despedir, ni los podía echar, pues hacían lo que les daba la gana, y por la tarde, cuando se iban para su casa, uno se llevaba un gallo, el otro se robaba una herramienta y cada Pancista se traía con él lo que podía."

Hoy los políticos a los "alojaos" ya no los colocan en las fincas sino que "los contratan en el ayuntamiento pero no les dicen que hagan nada productivo, ni que siembren, ni que cosechen, ni que trabajen... Hoy les pagan por pasearse porque el político sabe que si molesta a los Pancistas se enfadan y no le vuelven a votar."

Pero los beneficios que quieren los Pancistas no
son beneficios para la comunidad o la sociedad,
ni para que se ayude a los vecinos más pobres.
Y como cada voto cuenta "al rico Pancista el político también lo cuida, y le da una subvención para el campo aunque no lo trabaje, y le coloca al hijo en el ayuntamiento aunque el niño no sirva para nada, y le manda a una asistenta social a la casa para que le cuide a la madre". 

Y para poder mantener este sistema los Pancistas, ricos y pobres, religiosos y ateos,  siempre "eligen a un político que pueda ser fácilmente manejado. Un personaje cuya misión no sea vigilarme o controlarme a mí, sino que su misión será arrimarme todo lo que pueda para llenarme la panza."

Este político, además, "tiene que ser de muy baja calidad para que le voten los Pancistas, porque a los de buena calidad ellos no le votan. Mira que para elegir los Pancistas tienen un olfato especial, amigo mío, no tienen cultura, pero al político que no les conviene lo detectan al instante.

Y esto está demostrado porque "los Pancistas jamás permiten que entre un político en condiciones. Y las pocas veces que se equivocan y entra uno que no es de su perfil, los Pancistas lo sacan y dicen:'Es que fulanito no estaba a la altura' o 'Es que fulanito no estaba preparao'. Pero en realidad lo que pasa es que saben que no lo pueden manejar...y por eso lo quitan."

Señalándome el ayuntamiento con el bastón el anciano me dice que en su pueblo "los Pancistas no se han equivocado ni una vez, siempre han elegido a la perfección, y yo de antemano se a quién le van a votar, porque como yo conozco el perfil que necesitan, entonces digo: Ah mira, este da el perfil Pancista. Y a ese le votan..."

El Pancista sólo se mueve por sus propios intereses y por eso "si no lo contrata el alcalde para pasearse por el pueblo, o no le sale bien un negocio que tenía proyectado con el ayuntamiento, o le niegan la subvención del campo, entonces dice: este que sepa que en mi casa hay seis votos y que ya no le volvemos a votar”.

Un día un Pancista le dijo a otro: "Mira, este alcalde es muy bueno porque ha ido a diputación y está trayendo dinero. Y el otro Pancista responde, pues que bien, ¡Venga! ¡Que vengan dineros a mí! ¡Que traigan! De donde los sacan, cómo los sacan o a quién se los quitan, eso a mí no me interesa. Pero ojo: ¡Lo mio que no me lo toquen!¡A mí que me den! ¡Pero que no me pidan nada!"

Antes de despedirse me dice que "por si algún día me meto a político, va a compartir conmigo el secreto mejor guardado de los políticos Pancistas: El secreto de la paella. 

Este secreto consiste en montar una paella dos o tres semanas antes de las elecciones. Esta paella debe "ir acompaña con unos barriles de cerveza barata y unos altavoces con música fuerte, ya que el ruido le encanta a los Pancistas."

Cuando los Pancistas se hayan hinchado las panzas con el arroz y estén bien hartos de cerveza, te montas en el escenario y les da una charla prometíendoles todo lo que se te ocurra, sea posible de realizar o no. "Y con esta sencilla receta te habrás convertido en el candidato favorito de los Pancistas y habrás ganado las próximas elecciones."


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