Vemos el atardecer caminando por el Querétaro colonial y nos sentamos en una terraza a tomar una infusión.
Nos atiende una mujer joven que parece tener unos cuarenta años. Como la cafetería está muy tranquila comenzamos a conversar.
Cuando la mujer ve que traenos nuestro propio bote de miel de abeja nos explica que mi hermano y yo le recordamos mucho a su padre, un indio Yaqui de la Huasteca que igual que nosotros se deja el pelo largo. Pero que además, igual que nosotros, siempre lleva su propia miel allá donde va.
Para entender como esta mujer puede tener 57 y aparentar cuarenta, sólo hay que saber que su padre tiene 119 y su madre 111, que ambos tuvieron 19 hijos, y que los dos ancianos siempre andan de buen humor y trabajan hasta el día de hoy.
Con 119 años, su padre va cada día a trabajar al huerto, y ahí, ayudado por sus hijos, cultiva verduras y frutas para el consumo de la familia. A las cinco de la mañana este hombre despierta a sus hijos, algunos con mas de 60, mientras les recuerda que hay que estar siempre en movimiento cuando salga el sol. En el campo, si te levantas temprano, trabajas y eres humilde no te mueres de hambre. La tierra siempre da para todos.
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Tras la conquista, bajo el mando de la iglesia católica y el rey alemán Carlos V, comenzó la persecución de la cultura indígena americana |
Emocionado le pido que nos revele el secreto para vivir más de cien años con esa energía y salud. ¿Qué hay que hacer para vivir más de cien años?.
La norma principal de su padre es levantarse antes de que salga el sol. Uno no debe quedarse quieto y siempre debe que estar haciendo cosas de provecho.
Además, su padre cuida la dieta y come sólo cosas naturales. Café orgánico, miel de abeja, mucho ajo y cebolla, jenjibre y nunca ha probado la comida enlatada o empaquetada.
Nos comenta que en los pueblos y ciudades la gente parece enferma. -Se les nota que están enfermos porque no sonríen, están muy serios-. Cree que la gente muere tan joven por los humos de los coches, las comidas que saben a plástico y los químicos que se usan. Comer mal, encima, los pone nerviosos y siempre están enojados.
La historia de Chabelita
Me dijeron que si quería podría intentarlo pero me pidieron que tuviera cuidado: Chabelita podría pegarme con su bastón.
Durante la primera entrevista, Chabelita conversó con naturalidad, cantó canciones y sonrió, se lo estaba pasando muy bien.
No me pareció que estuviera loca. Repetía algunas cosas o se le olvidaban otras, pero a todos nos pasa eso, incluso a los jóvenes.
Antes de cumplir sus cien años pregunté a Isabel Alarcón por su secreto para llegar a una edad tan avanzada con tan buena salud. Después de reír a carcajadas me dijo estas palabras: "El ser humano es como un molino y para durar muchos años hay que estar siempre en movimiento, brincar, correr, andar, subir escaleras, bajarlas...pero siempre moviéndose".
Chabelita, aunque era la más anciana, era la única que bajaba sola las escaleras. Se acompañaba de un bastón y sus movimientos eran muy lentos, cada paso le llevaba mucho tiempo, pero con paciencia siempre llegaba a sentarse en su silla favorita o a tomar agua de la cocina.
Uno de los días estaba tomándole fotos bajando por las escaleras cuando una de las enfermeras la vio y se puso a gritarle. -¡Bajese usted por el ascensor Chabelita, mire usted que se puede caer! Cuando la enfermera se acercó para ayudarla, la anciana, con un manejo del bastón excepcional y agarrada al barandal de las escaleras lanzó al aire un buen golpe con el bastón. -No quiero que me ayude, yo puedo bajar sola, ¡fuera!. Dijo enojada la anciana mientras amenazaba a la enfermera con su bastón. Una de las mujeres que estaba junto a mí dijo: -Pobre Chabelita, la mujer ya tiene la demencia senil y no se deja ayudar, mira que si se cae...
Al día siguiente, sentados en la calma del hermoso patio del asilo, le pregunté a Chabelita por qué pegaba a las enfermeras si ellas sólo querían ayudarla. Y entonces Isabel Alarcón me reveló el más importante de sus secretos. -Les pego con el bastón porque no me dejan hacer las cosas sola y si las dejo que me ayuden o me sienten en la silla de ruedas ya no me levanto más. Tengo que mantenerme en movimiento.
Me contó que había notado que la mayoría de las mujeres llegaban al asilo caminando y bien de salud, pero que después, poco a poco se acostumbraban a que las enfermeras hicieran las cosas por ellas y a usar el ascensor por lo que de hacer poco ejercicio acababan en la silla de ruedas. -Las que se sientan en la silla de ruedas ya no se levantan más. Dijo la anciana dejándome sin habla.
En ese momento el concepto de la realidad cambió completamente, Chabelita era una persona totalmente cuerda defendiéndose con su bastón de una realidad absurda. Ese día comprendí que el alzheimer y la demencia senil lo provocan, en gran parte, además de los químicos en la comida, la falta de amor y la perdida de respeto que sufren los ancianos en nuestra sociedad.
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Otro de los edificios coloniales que se pueden observar en Santiago de Querétaro. |
Cuando le preguntamos por qué no quería ver mi vídeo respondió que ella no veía televisión, qué los periodistas eramos todos unos mentirosos y que decíamos pura mentira. Tras decir esto me lanzó un golpe con el bastón que casi me alcanza.
Las enfermeras, viendo que me había lanzado un bastonazo comenzaron a recriminar a la anciana escandalizadas, mientras que yo no podía parar de reírme a carcajadas.
Ante la sorpresa de todos, admití a Chabelita que tenía razón, que entendía que estuviera tan enfadada con los periodistas y la televisión. Y que como ella bien decía la prensa publica, muchas veces, puras mentiras.
No obstante le pedí que nos perdonara, porque no somos malas personas ni lo hacemos a propósito. Le expliqué que muchas veces los periodistas se ven obligados a reportar sobre cosas que no conocen, publicar cosas que les ordenan sus jefes y además, como son humanos, también se equivocan. La anciana, nada interesada en lo que estaba diciendo, intentó darme de nuevo con el bastón.
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Isabel Alarcón 'Chabelita' en la fiesta de su cien cumpleaños |
Unos minutos después, ya más calmada, Isabel permitió que me sentara a su lado y me contó porqué pegaba con el bastón a los periodistas de la televisión.
Cuando se quedó sin familia, Chabelita tuvo que vivir mucho tiempo en la calle, sola y abandonada. Pasó mucha hambre, mucho frío, no tenía ropa y no tenía ni lugar donde asearse.
Una mañana, mientras pedía en la calle, cansada y hambrienta, llegaron unas personas de televisión y le dijeron que querían entrevistarla, contó que la trataron muy bien, le compraron unos tacos y fueron muy amables con ella. La grabaron y se fueron, Chabelita se olvidó de ellos.
Unas semanas después, mientras estaba en un restaurante pidiendo monedas, Chabelita se vio en la televisión y me dijo que: -Estaban diciendo cosas feas sobre mi en la televisión y sobre la gente pobre. Eso era pura mentira lo que decían.
Al verse tratada así por la televisión se puso muy triste y se puso a llorar. Desde ese día, cada vez que veía a un periodista o a una cámara de televisión Chabelita intentaba alcanzarlos con el bastón.
Las mañanitas
Pasó un año hasta que tuve noticias de Chabelita de nuevo. A principios de diciembre me llamaron del asilo y me dijeron que preparaban una fiesta especial, el día 12, el día de Nuestra Señora de Guadalupe, íbamos a celebrar el 101 cumpleaños de Chabelita. Habría de comer, baile y cantaríamos las mañanitas.
Cuando me preparaba para salir hacia el asilo aquella mañana sonó el teléfono y me dijeron que tenían muy malas noticias: Chabelita había fallecido la madrugada anterior y no habría fiesta de cumpleaños.
Quizá lo que pasó es que, cansada de fiestas y ajetreo, Isabel Alarcón decidió no ir a su fiesta de cumpleaños y decidió morirse el día antes. Quizá lo que pasó es que Dios, como Chabelita nació el día de la Virgen del Tepeyac, decidió llevársela ese mismo día.
Lo único que podemos tener por seguro es que a Chabelita, que nació el día 12 de diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, le cantaron las mañanitas el día de su nacimiento y también el día de su entierro.Vino a este mundo con las mañanitas y se fue de este mundo con las mañanitas. Los hay que nacen bendecidos.
Chabelita, esa mujer desconocida que acabó en un asilo después de ser abandobada por su familia y tener que vivir en la calle mucho tiempo, fue una gran maestra y me enseño una importante lección: que no solamente hay que saber cómo vivir, sino que también hay que saber cómo morir.
Espero estar a su altura cuando llegue mi turno.
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A continuación te invito a ver Mundo ahí te quedas...La historia de Chabelita
Fuentes consultadas y adicionales:
Municipio de Querétaro
La digestión: El órgano olvidado
Naturaleza crucificada
Obesidad y azúcar
La transición alimentaria y nutricional: un reto en el siglo XXI
Diario de un Observador. La nada
El Secreto de Wirikuta
Historia de la Fundación de Querétaro. México Desconocido
La Historia de la Nación Chichimeca de Don Fernando de Alva Ixtlilxochitl
Wirikuta territorio sagrado en peligro. El Universal, México
Mundo ahí te quedas
Lugares recomendados
Librería El Alquimista (Querétaro)