Música para el Alma

Hace unas semanas me contactó José Cristal, un jugador de pelota guatemalteco a quién conocí mientras realizaba un audiovisual de la primera Copa Mundial de Pok ta Pok que se celebró en Pisté, Yucatán, México.

José me contó que su hermano Josué Cristal, quién aparecía tocando la flauta en mi audiovisual, había fallecido y me preguntó si querría escribir una historia sobre él.

A continuación reproduzco la historia de Josué Cristal, ligeramente retocada por mi, pero fiel al texto que me envió José Cristal para homenajear a su hermano.

Música para el alma

Hace unas semanas me contactó el jugador de pelota maya guatemalteco José Cristal, a quién conocí mientras realizaba un audiovisual de la primera Copa Mundial de Pok ta Pok que se celebró en Pisté, Yucatán, México.     José me contó que su hermano Josué Cristal, uno de los músicos que tocó la flauta en el audiovisual, había fallecido en unas circunstancias muy misteriosas y me preguntó si querría escribir una historia sobre él.   A continuación reproduzco la historia de Josué Cristal, ligeramente retocada , pero fiel al texto que me envió José Cristal desde Guatemala para homenajear a su hermano.
Josué Cristal, protagonista de esta historia
A Josué lo veíamos bien. No parecía estar enfermo ni había tenido ningún problema personal o familiar. Sin embargo, los meses anteriores a su muerte su comportamiento cambió y comenzó a actuar y pensar de forma muy diferente a la que estábamos acostumbrados.

Josué estudiaba en la universidad ingeniería de sistemas, pero por cuestiones económicas lo había tenido que dejar. Mi padre siempre lo calificó como “el hijo más obediente” y le dolió mucho su partida.

Nuestra madre murió hace varios años y somos 6 hermanos, 4 hombres y 2 mujeres. Reyna y Dina son mis hermanitas y el primero de los hermanos es Rudy, el segundo Josué, el tercero Justo, y yo soy el cuarto, José.

Josué siempre estuvo muy cerca de mi padre, trabajaban juntos y sabía manejar la empresa de aserradero que tenemos, por esto, mi padre escogió como heredero principal para quedarse a cargo de la familia si algo le pasaba a él.

Como el negocio de mi padre estaba casi en quiebra Josué quería irse a la capital a trabajar para ayudar a la familia y terminar sus estudios y para eso me enseñó todo lo necesario para sustituirlo en el aserradero.

En la ciudad no aceptan trabajadores que tengan el pelo largo por lo que Josué tuvo que cortarse su melena tradicional de los mayas.

Antes de morir Josué tuvo muchos sueños. En uno de ellos se le apareció un Señor que le ofrecióa K’ux ya’ -una bebida ancestral de alcohol blanco y fuerte-. Mi hermano contó que aunque no podía verle el rostro si pudo ver que era un Señor muy grande que dijo que era Kaji’ I’mox.

Como personaje histórico, Kaji´ I´mox fue el líder del pueblo Kaqchikel al cual pertenecen José y Josué. Kaji´ I´mox fue también el gobernante de Iximche en el momento en el que llegaron los europeos y comenzó la violenta invasión y el posterior saqueo que sufrirían los pueblos mayas.

Una semana antes de morir Josué también soñó que luchaba contra B’elejeb’ k’at.

B’elejeb’, número 9 en maya, representa a los nueve ciclos en los que se gesta la vida en el vientre de la mujer. Y Nueve son los niveles de Xibalbá, el Inframundo Maya, lugar donde los gemelos divinos, Hunahpú e Xbalamqué, derrotaron a los dioses de la muerte. 

En el Popol Vuh, libro sagrado para los mayas, para el bien triunfe sobre el mal, los gemelos divinos Xbalamqué y Hunahpú deben luchar y derrotar a los señores de la muerte en el Xibalba. De la misma forma, Josué, buscando el bien para su familia y para su comunidad, Josué luchaba contra los señores del Xibalbá tanto en el la realidad como en sus sueños.

Las herídas profundas que Josué sanaba no se curan  con cirugías ni operaciones. Y es que Josué, sanaba. con sonidos, los corazones y las mentes, y curaba las  tristezas y los dolores.  Y es que la Música que tocaba  Jousé no era música para el cuerpo, sino que era  Música para el Alma.
Las herídas profundas que Josué sanaba no se curan
con cirugías ni operaciones. Y es que Josué, sanaba.
con sonidos, los corazones y las mentes, y curaba las
tristezas y los dolores.  Y es que la Música que tocaba
Josué no era música para el cuerpo, sino que era
Música para el Alma.
K'at, es la red en la que se atrapan peces y se guardan las mazorcas del maíz, y en el mundo invisible, K'at, es la red de la memoria en la que se guarda lo que aprendemos y experimentamos en la vida. 

El ultimo día que Josué estuvo en nuestra casa fue el Kaji’ I’mox o 4 Imox (sábado 4 de junio de 2016). Día del personaje que Josué había conocido unas semanas antes en su sus sueño.

Ese mismo día mi hermanita Dina, mi padre, Josué y yo, fuimos a Iximche a celebrar la ceremonia en memoria de Kaji’ I’mox, como lo marca el calendario maya, y Josué se retiró a medio día despidiéndose de nosotros muy normal.

En otro de sus sueños,  Josué vio a un águila que volaba sobre él con la intención cazarlo y mi padre relacionó este sueño con el Patriarca José, el que interpretara en la Biblia los sueños del faraón egipcio y llevó a mi hermano a un tata, un sacerdote maya, para que realizara una ceremonia liberándolo de todo mal.

Unos días después de cortarse el pelo para buscar trabajo en la ciudad, Josué soñó que en el sueño le cortaban el pelo de nuevo. Señal que mi padre volvió a interpretar como una mala señal.

Los últimos meses Josué había estado haciendo una pelota de caucho para jugar al Pok ta Pok y la había traído a la casa y la había puesto en el altar. Murió antes de poder terminarla.

El jueves 9 de junio por la tarde Josué me llamó y me pidió que lo acompañara el sábado 11 de junio a tocar música, a conocer su cuarto en Antigua y a visitar un lugar llamado San Antonio Aguas Calientes.

Al día siguiente, viernes 10 de junio, Josué me llamó de nuevo para confirmar nuestro encuentro del sábado y con un tono muy extraño en su voz dijo: -Tráeme mi pelota para jugar, mi pantalón para correr, y unos calzados para correr. Y no olvides mí flautas. Tráemelo. -Esta bien. Le contesté.

El sábado 11 de junio, Lajuj Q’anil en el calendario maya, fuimos a celebrar el séptimo cumpleaños de una niña llamada Ixk’ik Itzamna, hija de un sacerdote maya y cuando llegamos Josué empezó a actuar de una forma muy extraña. Sin decirle nada me pregunté qué le estaría pasando.

Cuando comenzamos a tocar al empezar la ceremonia, un tata o sacerdote maya, se acerco a Josué y le dio un instrumento original que realiza cantos de aves y le pidió que lo ejecutara.

José Cristal, creador de esta hermosa historia, visitando
junto a unas amigas, la tumba de su hermano Josué
Durante esta ceremonia los tatas hablaron del significado de los 7 años de la niña y se explicó que 1 es la hija, 2 son sus abuelos de parte de su mamá y 2 los abuelos de parte de su papá. O sea, que la hija tiene 4 abuelos más 2 padres y más ella suma 7. Por eso se celebran los 7 años.

Durante esta ceremonia escuché a un tata que decía que del polvo venimos y como polvo volvemos a la tierra. Y más tarde, el padre de la cumpleañera trajo un galón de K'ux, aguardiente ancestral mezclado con jugo de jocote, y lo puso en la mesa diciendo: "Matense con su propia mano". El señor lo dijo sin mala intención, no desconfío de él; pero tres horas después mi hermano ya estaría muerto.

Me resultó muy extraño que mientras tocábamos Josué, que había terminado su bebida, fue a agarrar la mía. Cuando lo miré a los ojos me dijo: -¿Lo tomas tú o lo tomo yo? Le dije que lo tomara él.

Me fijé que Josué comía como si tuviera mucha hambre y mucha sed. Siempre he pensado que cuando estamos a unas pocas horas de morir nos da mucha sed y hambre. Así paso.

Me extrañó mucho cuando, una hora antes de morir, Josué empezó a decirnos que en un rato más iba a convertirse en un gato. Me convertiré en un gato: Verás.

Cuando se terminó el cumpleaños, los compañeros se arrodillaron frente al altar y se despidieron. Actuando de forma extraña Josué también se acercó, se arrodilló frente al altar y se puso a llorar.

Mientras lloraba vino el tata, el padre de la cumpleañera, y le dijo que se levantara. Después yo y otro compañero lo intentamos levantar hasta dos veces. Ahora comprendo que en ese momento se estaba muriendo porque se puso muy pesado y no lo podíamos levantar.

Como todos pensaban que estaba durmiendo, los compañeros se fueron y yo me dije a mi mismo que lo esperaría a que durmiera una media hora más.

Había tomado los mismos tragos que los demás compañeros, y no tanto como para ponerse borracho. Y además, yo jamás lo había visto caerse o quedarse dormido por un exceso de alcohol.

Unos minutos después me senté a pocos metros de él esperando que despertara sin darme cuenta de que ya no estaba respirando. La posición en la que quedó fue arrodillado con sus manos y su cabeza en el suelo, y en dirección norte.

Josué murió alrededor de las tres de la tarde y lo extraño es que no gritó, no hizo un movimiento de auxilio ni pidió ayuda. No dijo nada, ni hizo ningún gesto como si se ahogara. Simplemente después de arrodillarse comenzó a llorar, se durmió y dejo de respirar.

Cuando me di cuenta de que Josué había fallecido eran las 4 de la tarde. Y fue cuando vi que sus manos estaban verdes. Me alteré y dije: ¿Será que está muerto? Dudaba porque no lo había visto morir. Entonces quise escuchar su corazón pero ya no sonaba y cuando intenté levantar su cabeza vi que ya no estaba vivo.

Otro misterio es que en el momento en que Josué estaba muriendo casi todos se estaban marchando y el tata de la casa se había quedado dormido en una silla. Sólo yo quedé cuidándolo y es una lástima porque no vi el momento en que dejo de respirar. Parecía como si algo o alguien hubiera hecho que ninguno de nosotros pensáramos en él ni nos diéramos cuenta de lo que iba a pasar.

Hasta hoy tengo la duda de cual fue la causa de la muerte de Josué, si fue hechicería, si fue por medicamentos, si fue porque se intoxicó con el alcohol, o si se ahogó, o si le dio un paro cardiaco o si fue, como dicen los tatas, porque ofrendó su vida a los Abuelos. Otras veces pienso que murió por mi culpa porque no lo acosté y dejé que se quedara arrodillado.

Para mi la muerte de Josué no es real y me cuesta creer que murió. Aunque lo vi muerto, metido en el ataúd y después lo fuimos a enterrar. Yo sé que no murió y sigo soñando muchas veces con él. Sé que no esta muerto. Igual que yo, mis hermanitas siguen soñando con él, y en nuestros sueños Josué no está muerto.

Me intriga saber cómo será la vida después de la muerte. No creo en la muerte, yo pienso que simplemente dejamos el cuerpo y morir es como vivir en los sueños. Dejas toda la materia y vas a ese otro mundo de donde todos venimos y a donde todos regresamos.

Tiempo después buscando una explicación a la muerte de Josué visité al padre de la cumpleañera, el tata o sacerdote maya, y le pedí una explicación de porqué murió.

También le pedí que me dijera cómo la muerte de Josué afectaría a la niña ya que en su cumpleaños un jugador de pelota y artista había ofrendado su vida en el altar: ¿Pudo tener la muerte de Josué algo que ver con la energía de esta niña y su nahual?

El señor y yo platicamos durante 3 horas y lo primero que hizo fue pedirme disculpas por no haber tenido el poder ver lo que iba a suceder.

Me contó que el lugar donde estábamos era misterioso porque algunas veces se mueve la tierra como si hubiera un terremoto, pero solamente un pedacito muy pequeño de la tierra. También me dijo que se ven duendes caminando por encima de la casa. El lugar está lleno de misterios, pero no de espantos ni de fantasmas, si por la presencia de los espíritus de los Abuelos y Abuelas.

Después de esto, el tata me contó algo que no sabía, y es que la primera vez que vinimos a este lugar en 2006 para celebrar los 7 años en el calendario maya de su primera hija Ixchevel Ixmucane, que cumple ahora 13 años, Josué le dijo que le gustaba mucho su hija y la solicitó como esposa.

Y, al parecer, unas horas antes de fallecer Josué le había pedido de nuevo en matrimonio a Ixchevel Ixmucane y este lo había aceptado como su yerno. Me dijo que le hubiera dado mucho gusto que se hubiera casado con su hija y que no se hubiera muerto así.

Me dijo también que había aceptado a mi hermano Josué como su yerno espiritual y que su nombre fue añadido a la lista de los Grandes Abuelos de su Familia Espiritual.

Me dijo que pensaba que Josué ofrendó su vida y que cuando lloraba frente al altar era porque había visto a los Abuelos y había decidido quedarse con ellos para no regresar. Los Abuelos lo recogieron en el mejor lugar y en el momento debido.

Y en esto el tata tenía razón porque Josué siempre se entregó en cuerpo y alma a los Abuelos. Ya fuera tocando música o jugando al Pok ta Pok, mi hermano hacia sus ceremonias de corazón y sin buscar negocio. Si no había beneficios económicos a él no le importaba: Su necesidad era tocar y jugar para los Abuelos. Y así hizo hasta el día en que se murió.

De los miles y millones de formas que hay de morir Josué tuvo la mejor. Lo podrían haber matado, o se podría haber matado él, pudo haber tenido un accidente, podía haber sufrido una enfermedad o alguien lo podría haber matado con pistola. Sin embargo, Josué murió en el altar después de ofrendar una ceremonia a los Abuelos.

Tras la muerte de Josué, el padre de Ixchevel fue con otro tata, o sacerdote maya, a consultar el caso y éste le dijo que mi hermano es uno de los principales de la Puerta de nuestros Abuelos y Abuelas.

Josué sólo creó una melodía propia que llamo Q’anil. Esta fue su única música original y el día que falleció, el calendario maya marcó 11 q’anil. El nombre de su melodía está relacionada con el nahual del día en que murió.

Como jugador de pelota, mi hermano eligió el nombre "Jun Ajchay". Jun es 1 y Ajchay señor de las obsidianas. Y su nahual maya fue 9 Tijax (B’eleje’ Tijax). El tijax es el cuchillo hecho con la piedra de obsidiana que usaban los médicos cirujanos mayas para operar las heridas.

Sin embargo, las herídas profundas que Josué sanaba no se pueden curar con cirugías ni operaciones. Y es que Josué, con sonidos, sanaba los corazones y las mentes, y curaba las tristezas y los dolores.  Y es que la Música que tocaba Josué no era música para el cuerpo, sino que era Música para el Alma.


Dedicado a Josué Cristal por su hermano José Cristal


A continuación puedes escuchar Q anil la única composición de Josué Cristal



A continuación puedes ver el audiovisual Juego de la Vida sobre el juego 
de pelota maya, el Pok ta Pok, en el que Josué Cristal interpreta la música de flautas



 Gracias a José Cristal por darme la oportunidad 
de realizar este homenaje a su hermano Josué Cristal

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